Tras el escándalo de la asociación El Arca de Zoé los servicios de inteligencia militares franceses (DRM) estudian el “fuerte sentimiento de hostilidad” de civiles chadianos contra los occidentales acusados de “pedófilos”, con vistas a una redefinición de las zonas donde se  desplegará la futura fuerza europea de asistencia a Darfur, indicaron a Público fuentes del cercanas al ministro de Defensa.

'Puesto que medios de comunicación e incluso cargos oficiales del Chad han acusado de pedofilia a los occidentales implicados en la tentativa de expatriación de los 103 niños, es previsible que haya un fuerte sentimiento de hostilidad en algunas regiones”, indicaron los colaboradores del ministro Hervé Morin.

El reparto de tropas

“Ello podría llevar a reevaluar las zonas del futuro despliegue de la Fuerza Europea para el Darfour”, que ya no está previsto para primeros de noviembre, como se dijo inicialmente, sino para finales de este mes o diciembre, según añadieron.

La decisión la tomará el futuro comandante irlandés de la fuerza, con base a las informaciones de la inteligencia francesa. España tiene comprometidos medios de transporte para la fuerza.

Oficialmente, el presidente chadiano, Idriss Déby, ha afirmado que para él no hay interferencias entre el escándalo del Arca de Zoé y el acatamiento de la intervención humanitaria en apoyo a la fuerza ONU-Unión Africana en Darfour.

Pero la “vigilancia” que ahora Francia reconoce frente a la acción de ciertas ONGs bautizadas en argot “llanero solitario”, y frente al “sentimiento de hostilidad” constituye un reconocimiento del fiasco provocado por la incapacidad de París de impedir la acción del Arca de Zoé.

Indirectamente, también constituye un reconocimiento del doble juego del presidente Idriss Déby, y de la tajada que puede sacar tanto el Gobierno de Sudán como el líder libio Muammar Gadafi, cuyo país acoge las negociaciones parciales inter-sudanesas.