Cargando...

'Coaching': La reflexión práctica del siglo XXI

Despega en España esta disciplina basada en el análisis y el logro de metas concretas para el desarrollo personal

Publicidad

Para entender qué es el coaching y qué hacen los profesionales que se dedican a ello es imprescindible saber qué no es el coaching y qué no hacen los profesionales que se dedican a ello. Esta nueva técnica de reflexión, que empezó a despegar en España hace ocho años, no es una terapia. No es una consultoría ni un proceso de formación. Los coachs no son psicólogos. No aconsejan. No solucionan problemas.

Publicidad

"Necesitaba confiar en mis capacidades profesionales para reorientar mi carrera y encontrar un nuevo trabajo". Esa fue una de las conclusiones a las que llegó Javier de La Torre hace siete años. Él mismo descubrió lo que quería. Identificó qué cosas le impedían conseguir su objetivo y aprendió también cómo superar esos obstáculos. En definitiva, se escuchó a sí mismo. Y en ese proceso, le acompañó Pedro de Zuazuo, coach y presidente de la Asociación Española de Coaching (Asesco), que se dedica, como él mismo resume, a "escuchar y a hacer preguntas".

Click to enlarge
A fallback.

"El coaching es una técnica de reflexión enfocada en la acción para obtener resultados", define De Zuazuo, "te ayuda a reflexionar, a pensar, a ver otros puntos de vista, a identificar lo que tienes en ti que te ayuda y lo que te molesta".

Los 'coachs', que no son psicólogos, sólo escuchan y hacen preguntas

Publicidad

El objetivo final es que el cliente o coachee elabore un plan de acción, es decir, que adquiera un compromiso: desde actualizar su currículum hasta organizarse la semana o hablar con su pareja. Pero debe hacerlo él. "El coaching sólo funciona si el cliente hace su trabajo. Si identificas dónde estás, a dónde quieres ir y además ves cómo hacerlo, se te acaban las excusas", explica De Zuazuo.

La reorientación profesional, la gestión del estrés, la conciliación y el desarrollo personal están presentes en la mayoría de casos de coaching personal. Esta técnica, sin embargo, tiene múltiples vertientes. Hay entrenamiento para empresarios, abogados, consultores, adolescentes, emprendedores...

Publicidad

Es difícil saber cuántos entrenadores hay en España porque, a diferencia de EEUU, esta disciplina todavía no ha adquirido el estatus de profesión. Aunque la formación no está reglada, existen cursos homologados por instituciones oficiales, como la International Coach Federation (IFC), que en España cuenta con 530 miembros, y la Aecop (Asociación Española de Coaching y Consultoría de Procesos).

El cliente reflexiona, identifica sus carencias y hace aflorar sus fortalezas

Publicidad

El Instituto Hune es uno de los centros que forma a coachs, siguiendo las reco-mendaciones de la IFC. "Se trabajan las competencias prácticas y psíquicas, es decir, las relacionadas con la inteligencia emocional y las vinculadas a la empatía", explica Joaquina Fernández, directora del instituto, además de entrenadora y formadora.

Sus alumnos practican la reflexión y la escucha activa para lograr que "con sus preguntas, el cliente amplíe su conciencia", explica Fernández, quien señala otra lección importante: "Definir el objetivo y que este sea realizable". Esto es básico, argumenta, "para saber lo que puede llegar a conseguir el cliente dado que el coaching implica un intercambio económico".

Publicidad

Una sesión suele durar una media de 90 minutos y su precio oscila entre 65 y 200 euros, según la Asesco, que agrupa a 275 coachs. La frecuencia y el fin del proceso lo marca el cliente.

Una sesión suele durar una media de 90 minutos y cuesta entre 65 y 200 euros

Publicidad

Tanto los coachs como los psicólogos aclaran que los primeros respetan el campo de los segundos. "El coaching es una herramienta muy útil para mejorar las habilidades personales y fomentar la confianza en uno mismo, pero no funciona en personas con trastornos psicológicos", advierte José Antonio Molina, psicólogo experto en esta disciplina. De Zuazo señala además que si un cliente presenta un cuadro psicológico debe ser derivado inmediatamente a un profesional de ese campo.

El cliente, simplemente, reflexiona sobre el propio discurso, identifica carencias y hace aflorar sus fortalezas. Un compendio de herramientas que, de acuerdo con las demandas de la sociedad actual, persigue resultados inmediatos.

Publicidad