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El Congreso rechaza debatir sobre los 'papeles de ETA'

El PP se quedó solo en su intento de convertir la versión de la banda sobre el proceso de paz en objeto de un debate monográfico

M. Á. MARFULL / P. ÁGUEDA

'No los ha apoyado nadie'. Para Alfredo Pérez Rubalcaba, ese es el dato que debería 'hacer reflexionar' al PP acerca del rechazo que provoca en el resto de partidos el uso de la lucha antiterrorista como herramienta de confrontación partidaria.

El número dos del Ejecutivo emplazó a los conservadores a revisar su estrategia, después de que ningún grupo del Congreso respaldara ayer la pretensión del PP de que el vicepresidente comparezca ante el pleno de la Cámara y 'explique la responsabilidad del Gobierno en el caso Faisán y su relación con el proceso de negociación de la banda terrorista ETA', según justifican en la petición tumbada por el PSOE y el resto de la oposición.

La Cámara rechaza que Rubalcaba comparezca para hablar del 'Faisán'

Los socialistas sumaron el apoyo de CiU, ERC-IU-ICV y el Grupo Mixto a su rechazo en la Junta de Portavoces el órgano que ordena el trabajo del Congreso a la estrategia del PP. El PNV no estuvo presente en la reunión, aunque su portavoz había manifestado con anterioridad su oposición a las intenciones del Grupo Popular.

Con el rechazo del Congreso a elevar los apuntes del exjefe etarra Francisco Javier López Peña, Thierry, a la categoría de argumento de debate en el pleno, la Cámara desestimó también la demanda de comparecencia de Rubalcaba 'sin dificultad alguna', según recalcaron desde la dirección del Grupo Socialista.

El respaldo de los nacionalistas mayoritarios, la izquierda minoritaria y los grupos del Mixto estaba anunciado de antemano. 'No vamos a hacer la campaña al PP', justificaba horas antes uno de los portavoces presentes en la reunión.

'A quien nada tiene que ocultar nada le impide comparecer', censura el PP

El titular de Interior, reforzado como objetivo preferente del PP tras el anuncio de Rodríguez Zapatero de no repetir como candidato, llevó la derrota del Grupo Popular más allá del ariete del Faisán. A juicio de Rubalcaba, la soledad del PP es 'en materia de política antiterrorista'. 'No nos engañemos', enfatizó.

'El PP está tratando de instrumentalizar políticamente un caso judicial y todos los grupos de la Cámara que han dicho que no, que no se va a tolerar esa instrumentalización y se han quedado solos', resumió el responsable parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso.

Su homóloga conservadora, Soraya Sáenz de Santamaría convirtió el rechazo del Congreso a sus pretensiones en una sentencia de culpabilidad para Rubalcaba: 'Quizá es la mejor confesión de parte, porque a quien nada tiene que ocultar nada le impide comparecer y asumir la obligación de dar explicaciones'.

Instalada en esta tesis, la portavoz parlamentaria del PP obvió el rechazo del resto de grupos y acusó al vicepresidente de dar 'un paso más al pasar de la prepotencia culpable al silencio miedoso' después de que el PSOE se opusiera a su comparecencia.

'¿Silencio? Pero si no paro de hablar de ello. ¡No paro! Llevo 38 preguntas... ¿Silencio? No, eso no', ironizó poco después Rubalcaba a modo de réplica. Las respuestas del Gobierno sobre el presunto chivatazo policial a ETA en el bar Faisán (Irún) en mayo de 2006 se han multiplicado en cascada para satisfacer la creciente curiosidad del PP desde que Rubalcaba fue investido vicepresidente en la última remodelación de Gobierno, en octubre de 2010.

Este maratón de contestaciones por parte del Ejecutivo incluye, además de las 38 respuestas citadas por el titular de Interior, las aportaciones en la Cámara de los ministros de Justicia y de Presidencia y 270 preguntas satisfechas por escrito en respuesta a Ignacio Gil Lázaro, el diputado conservador que ha hecho del Faisán su monocultivo aunque, paradójicamente, olvidó respaldar con su firma la fallida petición de comparecencia de Rubalcaba.

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