En un bronco pleno municipal lleno de descalificaciones y abucheos, el Ayuntamiento de Coslada (Madrid) aprobó ayer la creación de una comisión de investigación que tratará de aclarar la supuesta trama policial destapada en la localidad la semana pasada, y que ha llevado a 15 agentes municipales a la cárcel, entre ellos a su oficial jefe, Ginés Jiménez. Dos de ellos están en libertad bajo fianza.

La comisión empezará a funcionar 'cuando la actuación judicial lo permita'. La moción, que fue aprobada por unanimidad de todos los grupos políticos, también acuerda el nombramiento provisional de un nuevo responsable de la Policía Local y la reestructuración del cuerpo.
A pesar de todo, el PP exigió la dimisión inmediata del alcalde, el socialista Ángel Viveros, y del concejal de Seguridad, Antonio Murillo. Su propuesta no prosperó.

‘Sois unos impresentables'

El salón de plenos se quedó pequeño ante la masiva afluencia de vecinos. Muchos no pudieron entrar. A lo largo de tres horas se escucharon gritos de numerosos ciudadanos contra el equipo de gobierno. Varios de los presentes incluso llegaron a encararse.

La comisión de investigación se aprobó después de cruces continuos de acusaciones y constantes interrupciones. 'Este pueblo no se merece los políticos que tiene. Sois unos impresentables', gritó un ciudadano al alcalde antes de abandonar la sala. La mecha, en cualquier caso, se encendió antes, cuando Raúl López (PP) mostró una fotografía del sheriff Ginés con el actual alcalde de Coslada. Ángel Viveros tildó el gesto de López de 'lamentable e irresponsable'.

Más conciliador se mostró el concejal de Seguridad. Antonio Murillo, que horas antes del pleno anunció que renunciará al cargo en unos meses, reconoció que Coslada 'ha sufrido la conmoción más fuerte de su historia'. Y defendió la actuación de la Policía Local: 'Por unas manzanas podridas no podemos permitir que el resto de policías sufra lo que están pasando estos días'.

En la misma línea se manifestó Pedro San Frutos (IU), que insistió en que el Ayuntamiento no actuó antes 'porque no tenía pruebas ni conocimiento' de que algo raro pasaba con los agentes municipales. 'Asumiremos las responsabilidades que surjan en la investigación, y llegaremos hasta el final', remachó.

La bronca entre PSOE y PP fue en aumento. Pero ya venía de lejos. Ayer por la mañana, el alcalde ya había ordenado presentación de una demanda contra los populares por calumnias e injurias graves. Según el abogado del Ayuntamiento, en los últimos días se habían distribuido por la ciudad octavillas cuestionando la gestión del alcalde. Los panfletos insinuaban que el edil había favorecido la corrupción.

El pleno finalizó como arrancó: con un pueblo dividido, y unos políticos acusándose de casi todo entre ellos.