Este artículo se publicó hace 12 años.
Cospedal desdeña las críticas a su poder en el PP
Afirma que no acapara "nada". La pugna por la sucesión de Aguirre se traslada a la dirección del partido
María Dolores de Cospedal aseguró este lunes en una cascada de entrevistas que ella no acapara "nada" de poder porque sigue siendo la secretaria general y en su partido "no hay poderes ni contrapoderes". Fue su conclusión después de que este fin de semana el PP redefiniera su estructura de poder en el 17º Congreso.
La dirigente conservadora ha logrado que no exista la figura de coordinador que le podía restar control y se ha convertido en la única voz del partido al prescindir de la Vicesecretaría de Comunicación. Además, ha colocado a muchos de sus peones dentro del Comité Ejecutivo y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, no le hace sombra al no tener ningún cargo en la estructura de la formación.
La 'número dos' asegura que en el PP "no hay poderes ni contrapoderes"
"No ha sido un congreso de personalismos, ni de reparto de poderes, ni de pesos o contrapesos, ha sido un congreso de diseño de estrategia de un partido que tiene que ser el soporte de un Gobierno", aseguró este lunes Cospedal al tiempo que rechazaba las críticas de los que creen que no está bien que siga compaginando su cargo con la Presidencia de Castilla-La Mancha. Reconoció que son "trabajos full time" pero defendió que hasta ahora lo ha podido hacer y dijo que "muy mal no ha salido".
Sin trascendenciaCospedal dijo este lunes que del congreso ha resultado un partido "muy unido" y "fortalecido". Aunque al día siguiente de conocerse los nombramientos se desataban los recelos y se destacaba que se habían producido muchas injusticias. Una de ellas, según algunas fuentes, tiene como protagonista al diputado Esteban González Pons, que no entró en el Ejecutivo y tampoco ascendió en el PP. Para la número dos, no ha sido el gran perdedor del congreso. "Yo no comparto en absoluto esa lectura", dijo. A su juicio, "ha salido reforzado" al hacerse cargo del área de Estudios y Programas. Eso sí, admitió que en su nuevo puesto tendrá "menos trascendencia mediática".
Los dos nombres que suenan para suceder a Aguirre, en la nueva dirección
De la composición del nuevo equipo también se está comentando mucho en el ámbito interno la entrada del vicetodo como lo llaman de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y de la consejera madrileña de Educación, Lucía Figar, en el organigrama conservador.
Son algunos de los nombres que la presidenta del Gobierno regional, Esperanza Aguirre, pidió a Rajoy que incluyera. También lo hizo hace cuatro años y no sirvió de nada. Entonces su mano derecha se quedó fuera. En el 16º Congreso de Valencia, la relación entre la dirección nacional y el PP de Madrid era muy tensa. González llegó a cuestionar el liderazgo de Rajoy y eso le pasó factura. El presidente del PP llegó a vetarlo para presidir Caja Madrid y optó por Rodrigo Rato.
Cierre de heridasEn el anterior congreso, Rajoy castigó a Madrid sin peso en la cúpula
Con su incorporación, se interpreta que Rajoy ha querido perdonar y cerrar heridas. En el PP de Madrid, desde luego, están satisfechos con el resultado y consideran que han salido "ganando peso" de este cónclave. "Por fin se reequilibran las diferentes comunidades autónomas en los órganos de poder de partido", reflexiona un diputado regional.
Pero en las filas del PP el análisis va algo más allá. Hay quien cree que lo que se ha hecho ha sido "poner en el ring" a las dos personas con más opciones para suceder a Aguirre. "Suena la campana, ahora comienza el enfrentamiento entre los dos contrincantes", señalan los que les rodean.
También hay quien opina que detrás de la decisión de Rajoy se esconde su deseo oculto de poner a Figar al frente cuando llegue el momento. Esto podría ocurrir si Aguirre decidiera no presentarse a las próximas elecciones autonómicas en 2015. "Operación Figar", lo llaman algunos.
Ya cuando el jefe del Ejecutivo diseñó su Consejo de Ministros, se habló de ella para ocupar alguna cartera. Y para algunos está claro que Rajoy se decantaría por su nombre como candidata. Todo el mundo da por hecho que, si eso ocurre, González dará la pelea y no se quedará de brazos cruzados. Pero será dentro de un tiempo. Todos prevén que en el próximo congreso regional no haya problemas. Y que sirva para que Ignacio González sea verdaderamente ratificado como número dos de los conservadores madrileños.
Hasta hace unos meses ese puesto lo ocupaba Francisco Granados. Pero fue sustituido fulminantemente después de que Aguirre le comunicase que había perdido la confianza en él. Para tomar esta decisión, Aguirre convocó un Comité Ejecutivo Regional. Según los presentes, Lucía Figar optó por no decantarse ni a favor ni en contra de la baja del senador como número dos del PP madrileño. Y desde este día, la relación entre presidenta y consejera está algo tocada.
Luchas internas a un lado, en el PP de Madrid están satisfechos de que la dirección regional tenga más voz en los órganos internos a través de Figar y González.
En el Comité Ejecutivo también están el exconsejero de Justicia Alfredo Prada, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, y el exvicealcalde Manuel Cobo, al que han situado al frente del departamento de Política Local. Esa ha sido la forma en que Rajoy también da cancha a los gallardonistas.
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