La estructura destrozada de la furgoneta Volkswagen Transit después del accidente enseñó la violencia de la colisión que ayer acabó con la vida de cuatro personas. El choque mortal aconteció a primera hora de la mañana de ayer. La distracción de un conductor provocó el salto de la mediana de su vehículo en la A-62 de Valladolid. En el sentido contrario frenó contra la furgoneta taxi que llevaba de vuelta a Portugal a un grupo de trabajadores. En el accidente también se vio implicada una segunda furgoneta Mercedes Vito de matrícula francesa. La colisión dejó otras cinco personas heridas de diversa consideración.

Horas después del choque los restos del siniestro seguían bajo una intensa niebla. A pesar de la escasa visibilidad, el delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, descartó que el clima fuese la causa del accidente. Alejo aportó también algunos datos biográficos de las víctimas: trabajadores portugueses de entre 33 y 38 años. Todos viajaban en la furgoneta taxi de la localidad portuguesa de Figueiró dos Vinhos.  

“En estado de shock”

En esa localidad del centro de Portugal de apenas 6.500 habitantes, el suceso ha golpeado a sus vecinos. Los brusquedad de la tragedia obligó a algunos allegados de las víctimas a recurrir a la atención psicológico. “En estado de shock”, define Jorge Domingues, un cargo político de la comarca de procedencia de los fallecidos. Los trabajadores volvían de Francia y pertenecían al sector de la agricultura o la construcción.

En los últimos cuatro años han muerto diez trabajadores portugueses y 20 han resultado heridos en diferentes carreteras castellano-leonesas.Estas cuatro víctimas son sumadas a las 17 registradas en toda España durante el pasado fin de semana. Son estadísticas similares a las del mismo fin de semana del año pasado, pero ampliamente inferiores a los datos de 2005 y 2006, cuando murieron 28 y 25 personas en las carreteras.

De momento, el mes de enero lleva 113 pérdidas, 94 menos que el mismo mes de 2007.