Defensa retira de Valencia la efigie de Franco

La estatua ecuestre de Francisco Franco dijo ayer adiós al patio del edificio de Capitanía General de Valencia, que presidía desde 1983. En cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, los operarios retiraron el monumento fuertemente amarrado por un correaje y tapado con una lona blanca. No hubo presencia de nostálgicos de la dictadura.

Desde primera hora de la mañana, una grúa de gran tonelaje esperaba para extraer por encima del tejado del edificio la estatua del dictador. A las 10.00 horas llegó un camión con un nombre peculiar: "El fugitivo". Mientras, los operarios trabajaban para retirar los anclajes de la estatua. Afuera, esperaba una caja hermética de metal para trasladar la pieza a un almacén militar en una población valenciana, y no como algunos miembros del PP deseaban, al Museo Histórico Militar de la ciudad.

La retirada no causó ningún problema, algo muy distinto a lo que sucedió en 1983, cuando su traslado desde la plaza del Ayuntamiento al edificio de Capitanía se tuvo que hacer con pasamontañas, casi a escondidas y bajo los insultos y amenazas de miembros de la ultraderecha y de la entonces Alianza Popular.

No obstante, el régimen todavía mantiene vestigios en Valencia. De hecho, el frontispicio del edificio de Capitanía y la fachada de un colegio público aún tienen símbolos franquistas (dos escudos), al igual que una iglesia y varias calles de la ciudad.