Este artículo se publicó hace 13 años.
Una detenida en la celebración del Toro de la Vega
La Guardia Civil detiene a una mujer de 46 años, que a punto estuvo de ser agredida, por rociar con spray a los asistentes
Afligido, un toro de cinco años y 608 kilos de peso, murió haciendo honor a su nombre. Sufrió. La suya fue una muerte indigna pero vitoreada por los miles de personas que acudieron un año más a celebrar el Toro de la Vega en Tordesillas (Valladolid).
El encargado de darle muerte fue Oscar Bartolomé Hernández, conocido como Zamorano. Lo hizo a pie, de una sola lanzada, en una lucha desigual con el toro. "Me siento como Cristiano Ronaldo", dijo el mozo tras acabar con el animal. Afligido, en cambio, sintió dolor: después de ser lanceado, el Toro de la Vega agonizó durante media hora, le cortaron el rabo mientra aún vivía y le clavaron una navaja, informa Héctor Juanatey. Una vez tumbado en el suelo, le taparon con un plástico. Afligido intentaba levantarse mientras respiraba con mucha dificultad.
Finalmente murió entre los aplausos de los asistentes. Una vez muerto, su cadáver se convirtió en una atracción: muchas personas, hasta padres con niños, se acercaban a ver al Toro de la Vega.
El triste espectáculo transcurrió sin incidentes. Sólo fue detenida una mujer por rociar con spray de pimienta a varios de los asistentes y a una patrulla de la Guardia Civil. Los hechos se produjeron minutos después de comenzar el Torneo, cuando la mujer, una vecina de El Escorial (Madrid), de 46 años y con iniciales R.L.S, se introdujo en el recorrido del Toro de la Vega provista de una mochila y comenzó a rociar a caballistas y lanceros a pie, según informaron a Europa Press.
La mujer fue perseguida e incluso agredida en la espalda por el mástil de madera de una improvisada bandera. Sólo la intervención de la Guardia Civil, alertada de los hechos, impidió males mayores.
La Guardia Civil procedió a la detención de la mujer, a la que se le incautaron seis botes de spray de pimienta de medio litro y a quien se instruyeron diligencias como presunta autora de un delito de lesiones, desórdenes públicos y atentado contra agentes de la autoridad. Por su parte, los agentes de la Benemérita que evitaron la agresión tuvieron que ser atendidos en el Centro de Salud de Tordesillas por la irritación que sufrieron tras ser rociados con pimienta.
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