Este artículo se publicó hace 14 años.
Detenida una menor por el asesinato de Cristina
La Guardia Civil localiza el cadáver de la niña de 13 años desaparecida en Seseña (Toledo) hace cinco días. El cuerpo estaba enterrado a 3,5 metros de profundidad en una poza abandonada
La Guardia Civil tardó siete horas en rescatar el cuerpo sin vida de Cristina Martín, la niña de 13 años de Seseña (Toledo), en paradero desconocido desde el pasado martes cuando no regresó a casa de sus padres. La pequeña estaba en el interior de una poza abandonada del pueblo, a 3,5 metros de profundidad. Hasta que se levantó el cadáver, a las 18.15 horas, los agentes no pudieron detener a la principal sospechosa de su muerte, una menor de edad "del entorno cercano no familiar de Cristina", según fuentes de la investigación.
El cuerpo tenía "daños físicos evidentes y la cara semidesfigurada". No obstante, la Guardia Civil no ha revelado de manera oficial la edad ni el sexo de la persona detenida, porque el caso se encuentra bajo secreto de sumario. Desde la desaparición de la niña, los investigadores realizaron numerosas entrevistas a familiares y amigos de la joven, que permitieron "atar todos los cabos", pero "faltaba recuperar el cuerpo para poder practicar la detención". Cristina fue vista por última vez cuando salió del domicilio familiar, a las 11.10 horas del martes. Desde entonces, 150 agentes han participado en su búsqueda.
Tres horas después del trágico hallazgo, los padres de la víctima habían convocado una batida ciudadana para buscarla. La policía había recomendado al propio alcalde que no se realizara la búsqueda sin que cada grupo de rastreo estuviese vigilado por un responsable policial, ante el riesgo de que algún implicado pudiera infiltrase para destruir pruebas.
La niña arrestada forma parte del entorno cercano de la víctima
Una pareja de guardias civiles halló el cadáver a las 11.30 horas, junto a las ruinas de una antigua fábrica de yeso que lleva abandonada unos 45 años, informó el primer edil de Seseña, Manuel Fuentes (IU). Más de medio siglo después de su apertura, los pozos de sustracción del material cálcico aún permanecen abiertos. Pero acceder al cuerpo no resultó tarea fácil, y el instituto armado tuvo que recurrir al Grupo Especial de Intervención en Montaña (GREIM) para proceder al rescate.
Sin problemas especialesEl cadáver de Cristina se encontró "completamente vestido", tal y como aún describen a la niña los carteles que quedan colgados por las calles de Seseña: "Chaqueta blanca con bordes azules, pantalones de pana marrón claro, botas negras con puntera y una pulsera en la mano derecha". Las interrogaciones llevadas a cabo por los agentes desde el martes pasado y el estado en el que fue localizada descartaron de inmediato el móvil sexual.
No obstante, numerosos vecinos con hijos de edades similares a la de Cristina se pusieron en contacto con el ayuntamiento, alterados por el suceso. "Pueden estar tranquilos", aseveró el regidor municipal. Por su parte, el padre de la niña, Antonio Martín, instó a los progenitores a "no esperar ni 24 horas" desde que detecten la desaparición de un hijo. En el caso de los menores de edad, la policía no espera que venza el plazo de 72 horas necesarias para considerar a una persona desaparecida. Los niños y adolescentes son "grupo de riesgo", confirmó ayer el portavoz de la Guardia Civil en Castilla-La Mancha, José Luis González Capilla.
Efectivos policiales rastrean el paraje cercano a Seseña en el que la Guardia Civil ha encontrado el cadáver de Cristina Martín. EFE
"Por su voz, a Cristina le llamaban la pescadera y tenía problemas con algunos niños del pueblo, pero no más de los que pueda tener cualquier otro", explicaba uno de sus compañeros de Primero de ESO del instituto Margarita Salas de Seseña. Desde mediodía, varias pandillas de amigos permanecieron en la poza donde se localizó el cadáver y en las inmediaciones de su domicilio, a la espera de noticias.
La pequeña tenía "daños físicos evidentes y la cara semidesfigurada"
Una ambulancia y un equipo de psicólogos permaneció en la casa de su familia desde dos horas antes de la extracción del cuerpo. La vivienda no pudo acoger a las decenas de familiares, amigos y vecinos que se acercaron a dar su apoyo a los padres y a los tres hermanos de Cristina. A pesar de los detalles filtrados de la investigación, Antonio Martín duda que una "niña de 15 años" pueda haber matado a su hija.
La zona del arroyo, como conocen los vecinos el lugar donde enterraron el cuerpo, fue el punto en el que Antonio insistió, desde el miércoles, en que se encontraba el cadáver. "Por simple intuición", apuntó. El jueves, él y su hijo pasaron junto a la fosa, sin encontrar el cuerpo. "Yo he recorrido durante tres días el lugar con barro hasta las rodillas gritando ‘Cristina, Cristina', sin éxito", detalló, tras agradecer su actuación a las fuerzas de seguridad y al alcalde. Manuel Fuentes, que también recorrió la zona antes de que se localizara a Cristina, decretó ayer dos días de luto oficial en el pueblo. El cuerpo de la niña se encuentra en el Instituto Anatómico de Toledo, a la espera de realizar la autopsia.
Cronología30 de marzo
Desaparición de Cristina
La familia de Cristina denuncia que la niña, de 13 años, no ha regresado a su casa. La menor había abandonado la vivienda sobre las 11.00 horas, tras recibir la llamada de una amiga que los padres no conocen.
1 de abril
Registro de la Guardia Civil
La Guardia Civil acude a casa de los padres de Cristina para registrar las conversaciones privadas de la niña a través de la red social Tuenti. Los agentes no dan con ninguna pista.
2 de abril
Búsqueda de los vecinos
Los padres de Cristina convocan a los vecinos para buscar a la niña en los alrededores del castillo. 3 de abril desenlace trágico Una pareja de la Guardia Civil localiza el cadáver en el sótano de una fábrica abandonada.
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