Este artículo se publicó hace 11 años.
Día de Andalucía, contra el paro y el olvido
La convocatoria es "contra la política de recortes del Gobierno y a favor del empleo y de los servicios públicos"
Juan José Téllez
Nevaba hoy sobre Andalucía desde la madrugada del 28-F, su día oficial, como una parábola del blanco de su bandera aunque el verde de la esperanza fuera una pancarta en la manifestación convocada por la plataforma social que agrupa a los sindicatos y a las ONGs y que pretende levantarse en todas las grandes ciudades del sur "contra la política de recortes del Gobierno y a favor del empleo y de los servicios públicos".
Por primera vez, a dicha movilización acude el Gobierno de la Junta de Andalucía, del que forma parte el PSOE e Izquierda Unida, como una forma de denunciar las zancadillas que la comunidad sufre bajo el imperio de la contención del déficit y la negativa del Gobierno central a aportar los 7.000 millones del Fondo de Liquidez Autonómica, solicitados por el ejecutivo andaluz y que apenas llega a 3.200. Hasta Rafael Escuredo, el primer presidente de la Junta tras las elecciones de 1982, llamó "a rebelarse contra los recortes sociales" e incluso exigió una nueva Constitución que delimite competencias autonómica.
"No cabe pensar que los recortes no tienen consecuencias, sobre todo en materias tan sensibles como la sanidad y la educación. Así que tendremos que volver a situarnos en las trincheras políticas para decir de nuevo por aquí no pasarán".
Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla y presidente del Partido Popular andaluz, insiste en que José Antonio Griñán vuelve a usar el día de todos los andaluces para la confrontación con el gobierno central. Con todo, animó a los suyos a secundar los actos institucionales del Día de Andalucía, acabando con el perfil bajo que la presencia de los conservadores tuvo durante los últimos años en esa celebración: "Es usted el único dirigente político del mundo que muerde la mano que le da liquidez", espetó al presidente andaluz durante una sesión de control del Gobierno celebrada el miércoles en sede parlamentaria.
"Yo no acostumbro a morder -replicó Griñán--, pero ¿cuál es la mano que me da cosas, la que me impone también un interés del 6 por ciento?".
A Griñán, la expresión utilizada por Zoido le pareció de mal gusto: "Eso de morder la mano es como llamarle a uno perro", comentaba en la mañana de hoy poco antes de izar la bandera de Andalucía ante la sede del Parlamento, en presencia de todo su gobierno, de numerosas autoridades y de una exigua manifestación de bomberos forestales que la CGT había promovido a las puertas de la Cámara.
Sin embargo, las formaciones políticas que ambos representan e Izquierda Unida, coaligada con el PSOE para gobernar esta autonomía, avanzan hacia un Pacto de Andalucía, que ya ha alcanzado un enunciado concreto en materia de turismo -"nuestra mayor industria", a decir de Griñán y de su vicepresidente Diego Valderas, de IU--, y que pronto se traducirá en un documento similar para el sector agroalimentario y la cultura. De momento, ese espíritu se ha traducido en votos unánimes en el Parlamento, como el que recibiera una proposición no de ley a favor de la transparencia y en contra de la corrupción, que promovió el PSOE y que también votaron a favor los diputados de los otros dos grupos.
"La transparencia -afirma Griñán-- va más allá de que uno se desnude y diga lo que gana y tiene y que los partidos hagan lo mismo. La transparencia es que los políticos en su relación con los ciudadanos también sea abierta y cercana, que los programas se discutan con la ciudadanía, que las promesas vayan acompañadas de una memoria presupuestaria que las haga posible y que no incumplan el contrato moral que tienen con los votantes".
Manolo Gracia, presidente del Parlamento de Andalucía, también insistió en este propósito, durante el pleno institucional de hoy: "¿Qué es más importante, derrotar en un debate aquí a nuestros adversarios, o convencer a los ciudadanos y ciudadanos de la bondad de nuestra políticos? Hemos de actuar de forma que siempre aquello que hagamos, digamos o votemos podamos explicarlo mirando a los ojos de la gente".
Quienes se han apeado temporalmente del Pacto por Andalucía han sido los representantes de los sindicatos mayoritarios, Francisco Carbonero, de CCOO, y Rafael Pastrana, de UGT: "A pesar de que se lleva hablando sobre él más de dos meses los sindicatos no hemos terminado de entender cual es el modelo de pacto que plantea el Gobierno andaluz", afirman ambos sindicalistas que, en un comunicado conjunto, reprocharon la falta de concreción de esta propuesta y el tono farragoso de las reuniones mantenidas hasta ahora.
En espera de los datos definitivos y de la foto-finish del Eurostat, José Antonio Griñán se mostraba convencido ayer de que el déficit de Andalucía estaría por debajo de la media y muy por debajo del que se concretó el año pasado. Sin embargo, Griñán insiste en sus críticas a la política económica que sigue marcando Europa: "La economía da resultados y esos resultados son que vuelva Berlusconi, que triunfe Beppe Grillio, que Monti apenas tenga votos, que crezca la extrema derecha nazi en Grecia o el populismo en Hungria. Estas cosas ocurren cuando la contabilidad prima sobre la economía y la economía sobre la política".
Otro de los frentes políticos de las últimas semanas en los que Andalucía se ha posicionado en dirección contraria a la del gobierno estriba en la reforma de la administración local: "Andalucía defenderá su propio modelo ante el Tribunal Constitucional o en donde haga falta. La autonomía andaluza tiene mucho que ver con la autonomía municipal", reseñó Diego Valderas.
También la movilización andaluza de ayer quería conjurar el olvido de la propia memoria colectiva a favor de la autonomía plena de dicha comunidad: "Andalucía es una comunidad histórica en la medida que hizo historia a la hora de conquistar su autonomía", proclamó Griñán. En un acto solemne pero frugal, se entregan las medallas de Andalucía, en un palmarés que este año rinde tributo al actor Antonio Banderas y a la pintora Carmen Laffón, como hijos predilectos de Andalucía, pero también a periodistas veteranos como Enrique García o cantaores legendarios como Manuel Gerena. También la distinción de hijo predilecto recae, a título póstumo, en el recuerdo de Manuel José García Caparrós, el joven malagueño asesinado a balazos durante la manifestación autonomista del 4 de diciembre de 1977, cuando colocaba la bandera andaluza en la fachada de la Diputación de Málaga. Todavía se desconoce quienes fueron sus asesinos.
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