Este artículo se publicó hace 13 años.
Diario de un pederasta
Los 3.000 folios incautados a un agresor de menores permiten a los expertos esbozar el primer perfil de estos delincuentes
Nadie comprende que no somos monstruos, que si nos gustan los niños no es por vicio, sino porque nos ha tocado ser así". Esta frase está incluida en el diario informático de más de 3.000 folios que el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil halló en el ordenador de un joven treintañero detenido en la operación Rescate, una macrorre-dada contra la pornografía infantil en internet que en los últimos meses ha permitido detener a 184 personas en 30 países, siete de ellos en España.
De estos últimos, todos ellos durante el pasado noviembre, cuatro quedaron en libertad con cargos, y los otros tres, sobre los que había pruebas de que además de intercambiar archivos pedófilos habían presuntamente abusado de menores, ingresaron en prisión. Uno de ellos es el autor del diario.
'Tímido' guardaba 236 archivos en los que relataba sus experiencias
Un texto, repartido en 236 carpetas informáticas guardadas entre el disco duro de su equipo y los más de 20 CD y DVD que los agentes intervinieron en el domicilio del joven, se ha convertido en el primer documento incautado en el que un presunto agresor sexual de menores detalla desde sus motivaciones más íntimas hasta sus tácticas para acercarse a sus víctimas y abusar de ellas. "Puede servir para poner la primera piedra de un perfil psicológico de estos delincuentes. Entender su mundo nos ayudará a enfrentarnos a ellos", señalan agentes encargados de perseguirlos.
Hasta ahora no existe, de hecho, ningún estudio en este sentido, y el que está elaborando la Universidad de Jaén está aún en un fase incipiente de elaboración. Los agentes se han conformado con las pinceladas que les da la experiencia: "Hemos detenido a abogados, parados, estudiantes, jubilados... Sólo hay algo en lo que coinciden todos: son varones", apunta un agente.
El autor del diario, que se identificaba en internet con el nick de Tímido, comenzó a redactar el documento en 2004 y lo continuó durante más de seis años, hasta su detención. "Por fin me he decidido a escribir. He tenido como motivación el tener referencias de cómo voy evolucionando. Soy un pederasta", se leen en las primeras líneas, para poco después justificar su atracción hacia menores en una experiencia de su niñez: "Creo que he sido pedófilo toda mi vida. Entre mis recuerdos de la infancia guardo con bastante nitidez el día que un compañero de clase se bajó los pantalones y los calzoncillos y nos dejó ver su pene".
"Ando dándole vueltas a echarme novia, casarme y tener hijos", escribió
A partir de ahí, Tímido alterna sus reflexiones personales sobre la atracción que siente hacia los niños con detalles de sus abusos sexuales a menores e, incluso, de sus tácticas para acercarse a estos. "Yo le acariciaba y él se dejaba. Le daba algún beso que otro y él se mostraba agradecido [...]. Al ver esto le he metido la mano por debajo del calzoncillo", detalla sobre otra de sus agresiones.
El detenido tenía contacto habitual con menores ya que colaboraba con varias asociaciones como monitor juvenil. De hecho, algunos de los archivos del diario recogen títulos sobre esta actividad: "Día de acampada. Juntos y revueltos". "Se ofrecen como voluntarios para estas actividades de ocio o para dar clases particulares para estar cerca de menores", recalca un investigador.
En otra de las páginas, Tímido se muestra frustrado por no poder compartir con nadie de su entorno sus actos: "Creo que nunca nadie podrá saber mi condición. Los pedófilos somos los seres más despreciados por todos", asume. Incluso, en un momento reconoce que barajó la posibilidad de formar una familia: "Ayer fue uno de esos días malos, pues aún ando dándole vueltas a la cabeza a lo de echarme novia, normalizarme, casarme y tener hijos".
Estos delincuentes utilizan excursiones y clases particulares para estar con niños
"Más caliente que un volcán"Sin embargo, el grueso de sus comentarios se refiere a presuntos abusos cometidos, de los que la Guardia Civil cree poder probar varios tras identificar a sus víctimas. "Se dejaba un poco pero se resistía otro poco y yo andaba que sí y que no, más caliente que un volcán pero dubitativo. La camiseta se la ha puesto al poco de quitársela por lo que parecía que no quisiera nada", detallaba del encuentro con un menor del que, líneas más abajo, reconoce que abusó sexualmente.
En otros apunta que, además de las excursiones, se aproximaba a sus víctimas también por internet: "Ayer el chat me traía una inesperada sorpresa. Aparecía un chaval que decía tener 12 años y con quien hablaba largo y tendido". En las últimas líneas del diario, Tímido se muestra totalmente dispuesto a seguir con las agresiones sexuales. "El pasado ya no vuelve y después de haber perdido buena parte de mi vida engañado, al menos ahora sí estoy viviendo mi realidad", afirmaba. Ahora, sin embargo, su realidad es otra: se enfrenta a una acusación de pederastia.
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