Este artículo se publicó hace 13 años.
El Ejército enseña galones en Málaga
Unas 50.000 personas asisten a los actos del Día de las Fuerzas Armadas
Unas 50.000 personas, según fuentes municipales, asistieron este domingo en Málaga a la celebración del Día de las Fuerzas Armadas. La jornada, salvo por algunos incidentes al término de los actos, se ciñó al guión previsto. Los reyes, acompañados por los príncipes, presidieron el acto de homenaje a la bandera y a los caídos, con la presencia de familiares de los 17 militares y guardias civiles fallecidos en acto de servicio durante el último año y en medio de un amplio y espectacular despliegue de fuerzas del Estado.
La fiesta en honor al ejército se vio enturbiada por un malentendido. Numerosos malagueños y turistas cogieron sitio para asistir a los actos tras las vallas del Paseo del Parque, a escasos 300 metros de donde se celebraron los homenajes, en la céntrica plaza del General Torrijos. Varios centenares de ellos esperaban que, tras el homenaje a la bandera y a los caídos, se produjera un desfile que, en realidad, nunca fue programado.
Un cuarto de hora después de concluidos los actos y de que parte de las autoridades se marcharan a la recepción oficial, el gentío empezó a percatarse de que no habría desfile. Cundió la indignación, acrecentada por el hecho de que desde el lugar donde se congregó la multitud apenas pudo verse nada del homenaje. Algunos exaltados empezaron a tirar las vallas de seguridad, que quedaron tiradas en medio de la calzada por la que debían salir los autobuses con invitados a la recepción de los reyes.
SentadaLa Policía, que no llegó a cargar, se esforzaba en disuadir a los exaltados, mientras otros optaban por mostrar su enfado sentándose en el asfalto y gritando "Zapatero dimisión" o "Chacón dimisión". "A los malagueños nos han engañado", gritaba otro (grupo). Finalmente, la Policía logró disolver la sentada y los autobuses, escoltados por agentes a caballo, salieron entre abucheos, insultos y gritos de "fuera, fuera".
Hasta ese instante todo se había desarrollado con normalidad. Las pocas críticas políticas que hubo se volcaron sobre la ministra de Defensa, Carme Chacón, y el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, aunque no llegaron ni a la intensidad ni a los decibelios de otras ocasiones. La llegada de Chacón y Griñán no fue anunciada por megafonía, como sí lo fue la de los reyes.
En coincidencia con estos actos de exaltación militar, el Movimiento 15-M, que mantiene una acampada en la Plaza de la Constitución de Málaga, celebró diversos talleres pacifistas. A pesar de los temores que había despertado la coincidencia de los actos reivindicativos y de las celebraciones militares entre el viernes y este domingo, no se han producido más incidentes que los protagonizados por una decena de neonazis, que la pasada madrugada acudieron a increpar a los acampados.
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