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El equipo de Gallardón habla de agravio comparativo

Cobo se pregunta por qué unos alcaldes pueden ir en las listas y otros no

María Jesús Güemes

'¿Por qué unos alcaldes sí pueden ir en las listas del PP y no Gallardón después de 24 años dedicado a los madrileños?'. Fue Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid, quien con esa pregunta puso ayer sobre la mesa el agravio comparativo planteado en el seno del PP por la exclusión del regidor madrileño, un agravio cuyo porqué se resisten a explicar sin eufemismos Rajoy y su equipo. Seis alcaldes, entre ellos la gaditana Teófila Martínez y el ovetense Gabino de Lorenzo, serán cabezas de lista por el PP.

Hombre de máxima confianza de Gallardón, Cobo confirmó lo que ya se intuían como hechos evidentes: que, al impedir que el regidor madrileño llegue a la Cámara Baja, Rajoy ha coincidido con Esperanza Aguirre; y que si Gallardón debe ser sustuido al frente del ayuntamiento, el bastón de mando irá a manos de Ana Botella, quien ocupó el número 2 en la lista municipal del PP. Cobo lo dijo casi coincidiendo con la comparecencia de Rajoy, quien aprovechó la presentación de Manuel Pizarro como su número dos en las listas por Madrid para tratar de neutralizar 'el efecto Gallardón'. Sin resultado. También quiso dar alguna de las explicaciones que le había prometido a los ciudadanos. Pero, al menos, a los que tenía frente a él les sonó insuficiente.

'El cabeza de lista soy yo'

Alegó que la decisión adoptada era 'lo mejor' para sí mismo, para el partido y los madrileños. Se mostró convencido de que ambos debían desempeñar 'en exclusiva' las responsabilidades para las que fueron elegidos y señaló que no había abordado el tema con antelación porque él había prometido hacerlo una vez disueltas las Cortes y convocadas las elecciones.

También llevaba preparada la respuesta para cuando alguien le recordara que en las listas van seis alcaldes del PP como numeros uno y que, por tanto, no hay excusa para no haber incluido también a Gallardón. Rajoy replicó que estos seis regidores 'son cabezas de lista y el cabeza de lista de Madrid soy yo'.

Rajoy, que reconoce en privado que 'haga lo que haga siempre habrá alguien a quien le parezca mal', hizo lo posible por proyectar una imagen de independencia y autoridad llegando a declarar que se sentía 'muy satisfecho' por su pronunciamiento.

Secundándole, salieron a la palestra Eduardo Zaplana y Juan Costa. El portavoz parlamentario del PP admitió que 'las cosas se podrían haber hecho mejor en la elaboración de las listas de su partido', aunque matizó que la polémica será flor de un día porque lo relevante es el programa. Aún más ortodoxo, Costa, coordinador del programa electoral del PP, dijo que la decisión de Rajoy respecto a Gallardón es la mejor tanto para el partido como para los madrileños.

En el bando opuesto, Cobo tiraba la piedra aun curándose en salud al garantizar su acatamiento a Rajoy. La derrota de Gallardón no es fruto, dijo, de 'ninguna traición' sino de 'una decisión tomada por el presidente del PP'. Ahora bien, y como él mismo especificó, esa decisión 'coincide con la petición que le habían hecho Esperanza Aguirre, personas cercanas a ella y algunos medios de comunicación'.

Haciendo gala de estilo florentino, Cobo eludió adjetivar la actuación de la presidenta de la Comunidad, pero le dirigió envuelto en la elipsis un reproche inequívoco: 'Su actuación es la que es, y eso lo saben todos los ciudadanos'.

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