Este artículo se publicó hace 13 años.
El espejo alemán
Si la primera estrofa de la antigua Canción de Alemania de 1841, aquella que empieza con los versos "Deutschland, Deutschland über alles/Über alles in der Welt" ("Alemania, Alemania sobre todo/Sobre todo en el mundo"), fue expulsada, junto con la segunda, del himno oficial alemán de 1952, la tercera, la que ha quedado, termina con un bis: "Blühe, deutsches Vaterland" ("Florece, patria alemana").
Con la carta de triunfo de este "florecimiento" económico llega hoy Angela Merkel a Madrid. Trae un proyecto de plan extraoficial debajo del brazo, no para difundir aquí, sino de camino hacia la reunión del Consejo Europeo de mañana en Bruselas. Un proyecto que será examinado de manera informal y que puede ser la agenda oficial de la reunión de dicho Consejo, prevista para los días 24 y 25 de marzo. A juzgar por sus declaraciones publicadas ayer en tres periódicos alemanes, Zapatero está al corriente de muchos detalles de ese proyecto.
Alemania, sostiene Merkel, sólo pide a los demás que imiten sus medidas
La idea que frau Merkel intenta vender a sus socios y también a sus propios votantes (una gran cita electoral regional tendrá lugar el 27 de marzo en el estado de Baden-Württemberg) es que Alemania, habida cuenta del éxito de su recuperación, está llamada a exportar su modelo al resto de la UE, empezando por la eurozona.
Pero este modelo, según Merkel, tiene unos costes muy elevados para aquellos que, como España, han asignado sus recursos a través de burbujas en el precio de sus activos: el ajuste presupuestario, la reforma laboral para abaratar los costes laborales y el retraso de la edad de jubilación. En parte, la "devaluación interna".
Alemania, sostiene Merkel, sólo pide a los demás que pongan en práctica aquellas medidas que ella misma ha acometido antes de la crisis y que le han permitido recobrarse. Para ello propone una coordinación de las política de ajuste a través de un endurecimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Richard Koo dice que la receta alemana prolongará la recesión en España
Si esto sale adelante, Alemania está dispuesta a reforzar el Mecanismo de Estabilización Financiera, completando sus facultades mediante la autorización para comprar bonos de los países crucificados por los mercados, relevando en esta tarea al Banco Central Europeo, y otras medidas que permitirían perfeccionar un instrumento a todas luces insuficiente para gestionar la crisis de deuda soberana. Y Zapatero, que se conoce el plan, se aferra a él como la tabla de salvación. En cualquier caso, el camino emprendido en España ya está decidido. Algunos piensan, como apunta Francisco González, presidente del BBVA, que es insuficiente y que incluso se podrían pedir créditos a la UE y al FMI.
Para responder a la pregunta de si el espejo alemán sirve o no hay que saber si el mal español es el mismo que el mal alemán combatido, en gran parte, durante la época del socialdemócrata Gerhard Schröder.
Richard Koo, economista de la sociedad de inversiones japonesa Nomura, piensa que la fortaleza de la economía alemana se explica por dos razones. El saneamiento del balance de las empresas y una depreciación del euro del 20% respecto a la media de los 12 meses anteriores a la caída del banco Lehman Brothers. Alemania sufrió problemas parecidos a la recesión española, pero se recuperó entre 2000 y 2007, antes del estallido de la actual crisis.
España, en cambio, está haciendo austeridad fiscal con el sector privado en estado de coma. Según Koo, la receta alemana para países como España, a la luz de la experiencia japonesa, prolongará el estancamiento y la recesión durante largos años mientras dure el proceso de saneamiento (desendeudamiento).
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