Dos días después de su ingreso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha recibido este jueves el alta médica en el Hospital Clínico, donde el pasado martes fue operada de cáncer de mama. Vestida con una camisa blanca, una chaqueta y un pantalón grises y zapatos de tacón, ha bebido en varias ocasiones de una botella de agua.

Con buen aspecto, Aguirre apareció a las 11:50 horas ante la prensa congregada a las puertas del hospital, acompañada de varios facultativos y el consejero madrileño de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty.

'Salgo con muchos ánimos para recuperarme lo antes posible y para poder ponerme al frente dentro de poco, (aunque) el doctor dice que me tome diez días, de los asuntos de la Comunidad de Madrid', dijo la presidenta ante un nutrido grupo de periodistas. Aguirre tambiñen explicó médicos le han dicho que 'tienen que pasar diez días al menos' para volver al trabajo.

Luego llegó el turno de los agradecimientos al equipo médico y al personal del centro. Recordó, además, todos los mensajes de ánimo, 'enormemente cariñosos', que ha recibido de personalidades públicas y personas anónimas.

Tras su comparecencia a las puertas del hospital, la presidenta ha andado varios metros hasta llegar a su coche oficial durante los que varios ciudadanos la han parado para preguntarle cómo estaba y desearle ánimo, a lo que Aguirre ha contestado que se encontraba bien aunque le dolía la mano derecha, en la que lleva un apósito, y que tenía la voz tomada 'debido a la anestesia'.

El lunes pasado la presidenta madrileña anunció, al término de un acto público, que en el transcurso de una revisión ginecológica de rutina le había sido encontrado un 'bulto' cancerígeno y que debía ser intervenida.

La operación se desarrolló el martes en el Clínico, de manera satisfactoria, según el parte y ahora Aguirre seguirá el postoperatorio en su domicilio.