Este artículo se publicó hace 14 años.
ETA sufre otro golpe en Portbou
El detenido es Faustino Marcos y fue arrestado cuando viajaba en un tren que había partido de París
La ofensiva de ETA para salir de la crisis provocada por los golpes policiales recibidos desde el final de la tregua sufrió ayer un nuevo traspié con la detención de Faustino Marcos Álvarez. El presunto etarra fue arrestado cuando intentaba cruzar la frontera por el paso de Portbou (Girona) en posesión de una pistola, dinero para una larga temporada y abundante material informático.
La detención de Álvarez es la segunda en poco más de 48 horas de un etarra al que la dirección de la banda ha ordenado montar una infraestructura en España, tras el arresto el sábado de Ibai Beobide cuando se desplazaba en bicicleta por Guipúzcoa. Las Fuerzas de Seguridad creen que el objetivo de ETA es recomponer su estructura de comandos en el interior y poner fin al parón de atentados que inició el pasado otoño.
Álvarez tomó ayer un Talgo en Montpellier sobre las 7.30 de la mañana. Tres horas después, el tren se detuvo en la estación de Portbou para hacer el cambio de vías, lo que la policía aprovechó para subir al tren y realizar un control antiterrorista. Los agentes sospecharon de Álvarez, le hicieron unas preguntas y decidieron bajarlo del tren. Al registrarlo encontraron un revólver, documentación falsa, española y francesa, unos 6.000 euros, un ordenador portátil, cinco pen drive, dos discos duros externos y varios CD y DVD.
De 38 años, Marcos Álvarez huyó a Francia en 2002 cuando formaba parte de un comando integrado en el amplio complejo Donosti. Su primera detención data de julio de 1988 por atentado contra la autoridad en San Sebastián, su localidad natal.
Ahora, la policía trata de determinar sus planes inmediatos. El tren termina su recorrido en Cartagena, pero antes tiene paradas en Barcelona y Valencia. Los investigadores no descartan que Álvarez no se dirigiese a ninguna de estas provincias y que hubiese elegido el tren como medio discreto para cruzar la frontera.
Su perfil de terrorista experimentado, con una larga trayectoria en el aparato militar, apunta a que Marcos Álvarez había recibido instrucciones de montar una infraestructura estable fuera del País Vasco y Navarra. En enero de 2007, otro etarra, Iker Aguirre, fue detenido en Portbou, también a bordo de un tren. Se dirigía a Valencia para obtener información de la Copa América y de otros objetivos turísticos.
Tercera operación policialLa detención de Álvarez, al día siguiente de que Batasuna fijase la "lucha política" como único método, confirma la intensa actividad de los terroristas en los últimos meses. La banda trató de superar el duro golpe de agosto a su red de zulos trasladando su principal polvorín y taller de bombas de Francia a Portugal, pero el último envío fue interceptado en Zamora y la casa, al norte de Lisboa, descubierta. Allí se encontraron pruebas de que ETA tenía planes para atentar en Madrid y la provincia de Cádiz.
Hoy pasará a disposición judicial Ibai Beobide, del que la Guardia Civil sospecha que llevaba varios meses en Euskadi intentando reconstituir el comando Donosti. Las investigaciones posteriores a su arresto permiten vincular a su comando, el Ezuste (imprevisto, en euskera), con al menos siete atentados cometidos en 2008: el coche-bomba contra la EiTB, la bomba contra los talleres de El Correo, el ataque a la Casa del Pueblo en el barrio bilbaíno de La Peña y cuatro bombas en dos playas cántabras.
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