Este artículo se publicó hace 14 años.
La expedición de pesca del PP
Cuando en un procedimiento judicial una de las partes busca a ciegas información incriminatoria para acusar a un adversario o pide a un juez determinadas diligencias genéricas sobre un acusado, la jerga jurídica anglosajona dice que se trata de unafishing expedition (expedición de pesca). La obsesión del PP es, mira por dónde, precisamente esa. Está embarcado en una expedición de pesca para dar con indicios que puedan trincar judicialmente al Gobierno. Estamos ante dos años de un viaje expedicionario que evoca al trienio 1993-1996.
El banco de pesca que avizoraba el PP ya está cerca. Se trata de los cooperantes secuestrados por Al Qaeda en el Magreb Islámico. En diciembre pasado, Rajoy preguntó en rueda de prensa: "¿Hay algún dirigente en el mundo que sea favorable a negociar con terroristas o secuestradores? No lo hay y yo, desde luego, siempre diré que no se negocie ni con secuestradores ni con terroristas". Gustavo de Arístegui, a su vez, declaró sentir "cierta alergia" cuando se habla de negociar con terroristas o secuestradores.
Rajoy busca indicios para trincar judicialmente al Gobierno
El guión, pues, ya está escrito. Federico Trillo no ha necesitado demasiado tiempo para elaborarlo. La idea es que el "estado de necesidad" del artículo 20.5 del Código Penal jamás puede amparar el pago de un rescate o la concesión de otras reivindicaciones a los terroristas y que al hacerlo el Gobierno incurre en un delito.
El pasado miércoles, tras la liberación de Alicia, Arístegui volvió a la carga y dijo: "Tomo nota". Se refería a las afirmaciones de De la Vega de que no se había pagado rescate. Y el portavoz de Exteriores añadió que el momento de someter a debate la gestión del Gobierno llegaría con la liberación de los cooperantes Albert y Roque en poder de los terroristas.
Es muy probable que el Gobierno haya pagado un rescate por la liberación de Alicia. La vicepresidenta política, quizá sin darse cuenta, ha dado la pista. Al negar el pago, dijo algo muy preciso: "Cuando pedíamos una prueba de vida se producía. Eso siempre ayuda a atravesar esta travesía tan dura hasta que se produzca la liberación". El concepto de prueba de vida difícilmente pueda usarse fuera del ámbito de una negociación con unos secuestradores. ¿Y para que exigir pruebas de vida? Pues para decidir sobre las exigencias o contrapartidas planteadas para la liberación de los rehenes. Blanco y en botella.
Pero, si la lógica del PP, sotto voce, es que aquí ya hay delito, ¿por qué postergar el debate a después de la liberación de Albert y Roque y a que el delito se consume totalmente? Nadie puede dudar de que Rajoy los quiera sanos y salvos, pero quiere pasar factura al presidente Rodríguez Zapatero.
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