Este artículo se publicó hace 13 años.
Fabra carga con la herencia de Camps
Ningún miembro de la dirección del PP nacional arropa al nuevo president en el día de su toma de posesión
Los diputados del PP valenciano tuvieron hoy trabajo doble. En Les Corts Valencianes se celebró el pleno en el que el nuevo president de la Generalitat, Alberto Fabra, tomó posesión del cargo. Al final del acto, gran parte de sus compañeros de partido acudieron a saludarlo con efusivos abrazos. Pero, acto seguido, tuvieron que darse la vuelta y caminar varios metros para hacer lo propio con el expresident Francisco Camps, que hace ocho días dimitió por su procesamiento en el caso Gürtel.
El resultado, visto desde arriba, era un hormigueo de diputados que se debatían entre dos círculos concéntricos: el que agasajaba a Fabra y el que, llevado por la inercia causada por los ocho años en los que ocupó el poder, halagaba la vanidad de Camps. La imagen resume la situación en la que ha quedado el PP valenciano tras la dimisión del que fue su líder durante ocho años. Intentan arropar al nuevo jefe para arrancar una nueva etapa, lejos de las sospechas de corrupción que lastraron la gestión de Camps. Pero la herencia de este último es demasiado pesada para el, de momento, escaso ímpetu renovador de su sucesor.
Los diputados del PP se ven en el trance de felicitar a Fabra sin incomodar a Camps
"Aspiro a conseguir que se vuelva a hablar únicamente en positivo de la Comunitat Valenciana", dijo Fabra en su discurso. Y Camps, desde su escaño, mantuvo la cara de póker con la que afrontó todo el pleno. Esa frase, sumada a las referencias a Castellón del nuevo president alcalde de esta ciudad durante los últimos seis años, fue el único indicio de cambio.
Por lo demás, la única innovación que la llegada de Fabra ha supuesto para el partido y la administración es su propia presencia en la cúspide. A partir de ahí, todo es lo mismo que hace nueve días. El nuevo president presidió su primera reunión de gobierno. Allí, confirmó en sus cargos a todos los consellers que Camps había elegido hace poco más de un mes. Tampoco consta ningún cambio en el círculo más estrecho de colaboradores, pese a tratarse de cargos de confianza.
Finalmente, el nuevo president ha adoptado la misma actitud de su antecesor respecto al caso Gürtel. El escándalo mantiene imputados a seis diputados del PP por delitos como cohecho, prevaricación, falsedad documental y financiación ilegal del partido. El caso acaba de empezar a instruirse, pero Fabra insiste en que es "pasado" y no aborda el tema de manera directa en sus discursos.
El expresident asistió al acto desde su escaño, al que no ha renunciado
El tiempo dirá si Fabra se acomoda en la horma de su antecesor o se decide a imponer su propio estilo. De momento, tendrá que afianzar su liderazgo sobre el PP valenciano. Su nombre figuraba en todas las quinielas para suceder a Camps, pero la decisión final de escogerlo a él partió de la dirección nacional del partido. El gesto causó incomodidad en algunos sectores de la filial regional. Ayer, ningún miembro de la dirección nacional acudió a arropar a Fabra en su toma de posesión. Al president le preguntaron el porqué de la ausencia de Dolores de Cospedal, la secretaria general del PP, en el pleno de este jueves. "No sé. Pregúnteselo a ella", fue su única respuesta.
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