Fabra, líder en deuda, insiste en que no subirá impuestos

"La solución no es subir los impuestos, porque donde mejor puede estar el dinero es en manos de los ciudadanos y las empresas". Alberto Fabra, presidente de la Generalitat Valenciana, aprovechó el discurso institucional del 9 d'Octubre, el día del País Valencià, como altavoz de los mensajes electorales de su partido. Fabra insistió en que la solución de la crisis pasa por que el dinero esté "a disposición de las iniciativas de los ciudadanos", mientras que el papel de la administración debe ser el de crear "un marco de estabilidad y confianza".

El president ya anunció hace semanas que no cobrará el impuesto de Patrimonio, recién recuperado por el Gobierno central y dirigido a las clases de rentas más altas. La consecuencia es que la Generalitat dejará de ingresar 107 millones de euros, en un momento especialmente delicado para sus finanzas: la Administración autonómica debe en torno a 20.000 millones de euros. Estos números la sitúan como la comunidad autónoma más endeudada en relación a su PIB. La oposición acusó a Fabra de defender los intereses de los más ricos con su negativa a aumentar la presión fiscal. Jorge Alarte, del PSOE, acusó a Fabra de "insolidaridad". Marga Sanz, de IU, le reprochó que dirija un gobierno "de los ricos y los poderosos".

Fue el primer día de la comunidad autónoma presidido por Fabra, que gobierna el País Valencià desde que Francisco Camps dimitió de ese puesto el 20 de julio debido a su imputación en el caso Gürtel. A la celebración acudieron todos los expresidentes salvo Camps. Los dirigentes del PP afirmaron desconocer las razones de su ausencia.

Durante el acto se celebró la tradicional entrega de distinciones de la Generalitat. Entre los premiados están el torero Vicente Barrera, la multinacional Ford, Cáritas, la Orden de Terciarios Capuchinos y un joven piloto de Fórmula 3, Roberto Merhi. La portavoz adjunta de Compromís, Mónica Oltra, resumió la selección en "Dios, la Fórmula Uno, los toros y la gran empresa". La lista de premiados, dijo, es "bastante reduccionista de lo mucho que se mueve en esta comunidad". "Esta foto del final es tan de otro régimen anterior a la democracia que me parece que es devaluar los premios bastante", concluyó.