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La felicidad es cosa de dos

Un estudio revela que los españoles con pareja se consideran más felices que los solteros

DIEGO BARCALA

Una infancia familiar, tener trabajo, vivir en pareja y con una edad comprendida entre los 26 y 35 años. Es la colección de tópicos que desprende el estudio presentado ayer por Coca Cola y que mide algo tan intangible como la felicidad. Sin embargo, el volumen de encuestas realizadas (3.000 entrevistas personales de dos horas) permite avanzar más en la percepción optimista de los españoles: la afición favorito de los más felices es el bricolaje, habitar una casa individual no libera más endorfinas que vivir en un piso y un animal de compañía no garantiza la sonrisa.

El científico y especialista en emociones Eduardo Punset es el apoyo científico en el que la multinacional ha basado sus conclusiones. El escritor catalán expresó su fascinación por la vinculación entre felicidad y economía. 'La gente no le da a nada más importancia que a lo gratis. De hecho, se han cometido grandes errores por adquirir cosas sólo por ser gratis', reflexionó. Sólo el 17% de los consultados considera al dinero como el motor de su bienestar, por detrás del amor (32%) y la salud (37%).

20.000 euros como mínimo

Nos influye poco el dinero, siempre que cobremos más de 20.000 euros al año. Por debajo de esa renta anual, los niveles de felicidad empiezan a bajar. 'Las clases bajas tiene más dificultades para alcanzar la felicidad. Sin embargo, a partir de esa renta, los niveles no varían mucho', apuntó Punset.

Los resultados otorgan gran importancia a la vida en familia. Los separados y divorciados están en extinción entre los que se consideran muy felices y copan los porcentajes de los menos optimistas. Aunque también aquí hay matices. Ojo con las familias numerosas porque tener más de dos hijos produce insatisfacciones.

El declive empieza con 36 años. En el grupo de personas entre esa edad y los 55 años, los poco felices (29,1%) ganan en porcentaje a los muy felices (22,8%). Al parecer, la clave permanece en la infancia. Nada menos que un 95% de la élite feliz tiene un grato recuerdo del trato con sus padres y un 65% de los poco felices tiene recuerdos negativos de su niñez.

Una última recomendación de Punset: 'Como ya dijo Marx, lo cierto para el promedio puede no serlo para el individuo'. Así que puede que usted sea feliz con 40 años, cobrando menos de 20.000 euros anuales, viviendo solo, sin practicar sexo con regularidad y habiendo borrado su infancia de su memoria.

Ocio

Los muy felices dedican su tiempo libre a ver la televisión con su pareja, a escuchar la radio con los amigos o mientras se dirigen al trabajo, y a conectarse a Internet los fines de semana. Aprovechan todas sus vacaciones para pasarlas con su pareja o con la familia, nunca con amigos, y, por supuesto, desconectan del trabajo. 

Costumbres

Proteger el planeta con pequeñas cosas como reciclar ayuda a ser feliz. Están de acuerdo con ello la mitad de los que se consideran muy optimistas. Entre las costumbres de los felices, está ahorrar, echarse la siesta y disfrutar paseando por la ciudad. Los consumistas son muy felices y la Navidad es su hábitat ideal. 

Asociacionismo

Ser muy aficionado a un equipo de fútbol u odiarlo no ayuda en nada a la felicidad. Sin embargo, el 7% de la población está asociada a una ONG y esos son de los más optimistas. Son más felices los que no siguen los preceptos de su religión que los totalmente fieles. Eso sí, hay más creyentes entre los más felices.  

Sexo

'¿Cuántas parejas sexuales ha tenido?', era una de las preguntas de la encuesta. La mitad de los muy felices han tenido una. Un 12%, cuatro o más. Esa misma mitad mantiene relaciones sexuales 'regularmente'. Eso sí, uno de cada cuatro de los que se consideran poco felices también tienen sexo a menudo.

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