Este artículo se publicó hace 12 años.
Fernández dice que no convertirá a Asturias en "un ariete" contra Rajoy
El socialista anuncia "austeridad" en el Principado para enfrentar la crisis económica. Asegura que no pondrá en peligro la sanidad, la educación y los servicios sociales
El candidato socialista a la Presidencia del Principado, Javier Fernández, ha admitido hoy que Asturias deberá asumir sacrificios para superar la crisis y crear empleo desde una austeridad, para la que ha dicho, " no hay un sólo cauce" y siempre que no suponga la exclusión social ni ponga en peligro la sanidad, la educación y los servicios sociales.
No obstante, ha garantizado que su futuro gobierno "socialdemócrata y progresista" no será "un ariete" contra el Ejecutivo central y que no incumplirá los objetivos de reducción del déficit, sin que ello vaya a suponer que vaya a someterse "a una rendición incondicional al desguace del Estado del bienestar".
Fernández ha hecho este planteamiento en el discurso de 57 minutos con el que ha abierto el debate de investidura del presidente del Principado, que concluirá mañana miércoles con la intervención de todos los grupos de la Cámara y la votación del candidato, que saldrá elegido con el apoyo del PSOE, IU y UPyD y la abstención de Foro y PP, ya que el Reglamento de la Junta impide el voto en contra.
La sesión se inició con un minuto de silencio por el expresidente Sergio Marqués, fallecido el pasado 8 de mayo, y con la toma de posesión del escaño del socialista Francisco González, que no pudo hacerlo en la sesión constitutiva del Parlamento asturiano por una decisión judicial derivada de una denuncia electoral de Foro que finalmente fue revocada por el Tribunal Constitucional.
En sus primeras palabras, Fernández han criticado la "irresponsabiidad absoluta" mostrada en el último año por la derecha asturiana, a la que ha emplazado a disculparse con la sociedad, en el momento de crisis "más lacerante" de la historia.
Además, ha recordado que en las elecciones autonómicas celebradas hace justo un año, Foro y PP sumaron 26 diputados, "una holgada mayoría absoluta que se les quedó corta para el diálogo y el acuerdo" y que dilapiaron "en cuitas y enfrentamientos" algo que, según ha afirmado, no se volverá a repetir bajo su mandato.
También ha arremetido contra el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al que ha acusado de no respetar los cauces institucionales a la hora de advertir de una posible intervención de las cuentas públicas de la comunidad autónoma, y ha anunciado que actuará "con la máxima diligencia" para presentar el nuevo plan de ajuste.
No obstante, ha advertido de que no va a conformarse con liderar un "gobierno paliativo, de mera contención de la crisis" y ha apelado al diálogo social y al "optimismo realista" derivado de las fortalezas del sistema social y productivo del Principado.
En este sentido, ha reconocido que el punto de partida es malo, con 100.000 parados que "necesitan un trabajo para ser personas plenas", pero que Asturias cuenta a su favor con la tradición industrial, el diálogo social, la calidad de los servicios sociales básicos o el valor natural y ambiental del territorio.
El candidato socialista, que dispone de dos días para negociar la incorporación de IU a su gobierno, ha recordado que la sanidad y educación de Asturias están entre las mejores de España y no pueden ponerse en riesgo ni considerar esos servicios suprimibles porque sería un "derroche" y supondría una agresión a la cohesión social.
A su gobierno le tocará gestionar una sanidad con las restricciones impuestas por el de la nación, pero intentará, ha apuntado, "explorar otros caminos" para salvaguardar el modelo público que mantenga su eficacia en salud y aumente su eficiencia, al igual que hará con la educación.
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