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La financiación divide a las grandes ciudades

FERRAN CASAS

Los alcaldes están lejos de urdir una estrategia común en cuanto a la nueva financiación. En lo único que están de acuerdo los ediles es en la necesidad de que en el nuevo reparto de recursos entre la administración central y las autonomías se tenga en cuenta a los ayuntamientos. Pero el frente local aparece más atomizado que nunca (y sin atender a colores políticos) ante la fase decisiva del diálogo.


El alcalde de Zaragoza, el socialista Juan Alberto Belloch, intentó armar un frente común de las seis principales ciudades para presionar al ejecutivo del PSOE. Lo integrarían, además de la capital aragonesa, Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga y Valencia y debería cristalizar en una reunión el día 9. La propuesta fracasó evidenciando la división y la cumbre difícilmente se celebrará.


El alcalde de Madrid Alberto Ruíz Gallardón se sumó a la iniciativa a medias. Él  no piensa acudir personalmente pero lo haría a través del responsable de Hacienda. Málaga también pensaba acudir.


En cambio, la propuesta de Belloch fue ninguneada en Valencia, donde también gobierna el PP. La alcaldesa Rita Barberá afirmó que al único encuentro al que ella prevé acudir es la que celebrarán el lunes los alcaldes populares.


Barcelona, con el Govern

 

El ayuntamiento de Barcelona tampoco acudirá. Jordi Hereu, del PSC, y su gobierno no se mueven del cierre de filas con la Generalitat, que negocia el nuevo modelo con el apoyo de los agentes sociales y las fuerzas políticas catalanistas. Fuentes del consistorio razonaron que muchos servicios son ofrecidos conjuntamente con el Govern y que una mejora de su financiación como la que persigue José Montilla acabará repercutiendo en las arcas municipales. Las dos entidades municipalistas catalanas (la ACM, próxima a CiU, y la FMC, en la órbita del PSC) también exigieron más recursos. El próximo día 10 celebrarán un acto conjunto donde si asistirá Hereu.


Barberá afirmó que no es Belloch quien debe tomar la iniciativa, sino la Federación Española de Municipios y Provincias, que ella presidió. La misma posición expresó Sevilla, que gobierna Alfredo Sánchez Monteseirín, del PSOE.


‘Lobby’ de primera


Precisamente la FEMP avisó ayer de la necesidad de que los gobiernos locales vayan unidos independientemente de su volumen u orientación política. El ente municipalista, que preside Pedro Castro, alcalde socialista de Getafe, recela de un lobby de grandes ciudades que pacten para si una mejora de la financiación orillando las necesidades del resto. De hecho, según datos de la FEMP, las grandes urbes reciben del Estado unos 300 euros por habitante y año frente a 180 de los pequeños municipios.


El portavoz del PSOE en la FEMP y alcalde de Villafranca de los Barros, Ramón Ropero, llamó a los alcaldes a respaldar las peticiones que, en su día, Castro ya hizo llegar a Zapatero. Ropero pidió que el mundo local tenga “una sola voz desde la pluralidad del mapa territorial”. A Castro, Barberá ya le acusó ayer de “doblegarse”.


En un intento de calmar los ánimos, el portavoz del PSOE, José Antonio Alonso, garantizó que en 2009 el Estado incrementará en 1.000 millones los recursos para los entes locales. Algunos territorios han fijado en unos 12.000 millones anuales la necesidad de financiación extra para las comunidades.


El responsable económico del PP, Cristóbal Montoro, insistió en que la negociación no se centre sólo en los recursos de las autonomías y que se incluya formalmente a los ayuntamientos. El PSOE lo tildó de “oportunista” a través de un comunicado.

 

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