Este artículo se publicó hace 17 años.
Francia detiene a una etarra buscada desde hace 21 años
María Jesús Arriaga está reclamada por un atentado en 1985 en el que resultó herido grave un oficial de la Policía y por el asesinato del general Juan Atarés.
Agentes de la Policía Judicial francesa han tenido a la presunta etarra María Jesús Arriaga Martínez, que está acusada de colaborar con el "comando Nafarroa" en un atentado en el que resultó gravemente herido un teniente de la Policía Nacional y en el asesinato del general Juan Atarés.
La detención es consecuencia de una solicitud de extradición acordada por el Gobierno español el 24 de marzo de 2006. María Jesús Arriaga, de 52 años, ya fue detenida en el año 2000, pero entonces la justicia francesa decidió su puesta en libertad al considerar que, de acuerdo con la legislación francesa, los delitos por los que se le acusaba ya habían prescrito.
El arresto se ha producido en la localidad de Saint Martin d' Arrosa, en el País Vasco francés, la misma localidad en la que residía cuando fue detenida en el año 2000, según informaron fuentes de la lucha antiterrorista.
La presunta etarra, natural de Pamplona, huyó de su domicilio, situado en la calle Rioja de la capital navarra, en marzo de 1986 tras ser desarticulado el "comando Nafarroa" con el que, presuntamnte, colaboraba. María Jesús Arriaga se dio a la fuga junto a Angel Iñigo Arlabán, que entonces era su marido. Seis años más tarde, en 1992, se encontró una pista sobre su paradero en manos de la dirección de ETA detenida en Bidart a la que se incautó una carta en la que la presunta etarra expresaba su deseo de poder trasladarse a México.
Puesta en libertad por Francia tras ser detenida en 2000
El 23 de septiembre de 2000, la policía francesa la detuvo en la localidad de Saint Martin de Arrosa, junto con Ana Gastesi, otra fugitiva que estaba acusada también de colaborar con el "comando Nafarroa". A pesar de que la justicia española tenía solicitada su detención para ser extraditada, las autoridades francesas acordaron su puesta en libertad al considerar que los delitos que se le imputaban habían prescrito de acuerdo con la legislación gala.
La justicia española acusa a María Jesús Arriaga Martínez de haber colaborado en la colocación de una bomba lapa, el 7 de marzo de 1985, en el automóvil del teniente de la Policía Nacional que sufrió la amputación de un brazo y las dos piernas.
También se le acusa de haber proporcionado información sobre otro policía que fue herido en otro atentado el 2 de julio del mismo año y de haber colaborado con el atentado que costó la vida al general de la Guardia Civil Juan Atarés, el 24 de diciembre de 1985.
A pesar de estar huida de la justicia, en el año 2001, a través de un Juzgado de familia de Pamplona, tramitó su divorcio de su marido, el también presunto etarra Angel María Iñigo Arlabán, que, según fuentes policiales, se encuentra en México.
Cinco meses después de que la justicia francesa pusiera en libertad a María Jesús Arriaga, el Consejo de Ministros español acordó mantener la solicitud de extradición por los delitos de atentado contra agente de la autoridad y asesinato frustrado. La demanda de extradición se amplió el 24 de marzo del pasado año cuando el Gobierno incluyó también el delito de asesinato terrorista entre la solicitud de extradición.
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