Este artículo se publicó hace 17 años.
En las garras de los coches camuflados
115 conductores, pillados in fraganti durante el Rally de Catalunya
El Rally Catalunya-Costa Daurada del pasado fin de semana dejó 425 víctimas... empapeladas: las que cometieron infracciones de tráfico en las comarcas de Tarragona entre el jueves y el domingo, durante la competición.
De ellas, 115, cayeron en la telaraña virtual de los coches camuflados de videovigilancia de los Mossos d'Esquadra. Por primera vez, contaron con estos vehículos sin logotipos, "de paisano", y el resultado ha sido un éxito en cuanto a detectar conducciones ilegales.
Ha aumentado el número de denuncias", explica el sargento de los Mossos Joan Figueras, que participó en el dispositivo. "Pero fundamentalmente porque el Rally ha atraído a mucha gente a las carreteras. Igual que cualquier concentración extraordinaria, como algunos macroconciertos".
Cámaras sofisticadas
Muchos de los infractores se lo pensarán dos veces antes de adelantar en lugares indebidos. ¿Cómo iban a imaginar que el coche que tenían detrás estaba dotado de cámaras de control y, lo peor, conducido por policías de paisano? "El vehículo va equipado con una cámara delante y otra detrás. No se ven, son pequeñas y muy sofisticadas", cuenta el sargento. "La cámara va funcionando todo el tiempo.
Cuando vemos alguna infracción, apretamos el ‘start' y graba lo que esté sucediendo y, además, almacena en un búfer unos 20 segundos de secuencia antes de ser activada. Eso hace que se registre la infracción desde antes, incluso, de producirse". En caso de que un policía vea una maniobra sospechosa, con apretar un botón tendrá el vídeo de cómo empezó la posible infracción.
En la telaraña...
Pocos han escapado a la tecnología policial. El operativo, que se aplicaba por primera vez en el Rally de Catalunya, contaba con cuatro de los 19 coches que tiene habilitados la policía autonómica. La noche del jueves, cuando empezaba la competición, dos coches camuflados peinaron las carreteras.
Desde el viernes hasta el domingo, fueron cuatro diarios los que patrullaron las comarcas por las que corrían Loeb, Sordo, Pons y compañía. El sargento de los Mossos se muestra aliviado: "Gracias a Dios, no suelen imitar a sus ídolos".
El 20% de las denuncias corresponden a comportamientos negligentes o temerarios. Sin embargo, estas conductas no han alcanzado los niveles de barbarismo que se han registrado otros años en Jerez, con carreras de motos en centros urbanos, o en Montmeló: "En polígonos cercanos al Circuit de Catalunya, se solían concentrar jóvenes para hacer carreras, trompos..., pero eso ya no pasa.
En el Rally no ha habido nada de eso", aclara Figueras. De los sancionados, 11 dieron positivo en pruebas de alcoholemia y ocho, por consumo de drogas.
Hay que tener en cuenta que viene gente de todos lados, por lo que hay que extremar las precauciones en las carreteras. "Siempre hay algún aficionado que no entiende de educación", reconoce Figueras, "pero no es por tratarse de ser un apasionado de los rallys.
No, porque estos tipos aparecen siempre, en cualquier acto que atraiga a masas. De todas formas, el control ha logrado lo que pretendía: que aquello no fuera una selva".
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