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Garzón alega indefensión para anular una causa contra él en el TS

Afirma que los cobros en Nueva York ya se investigaron y no se vio delito

ÁNGELES VÁZQUEZ

Los recursos de súplica en la jurisdicción penal rara vez triunfan, pero es la única posibilidad que queda ante ciertas resoluciones. El juez Baltasar Garzón jugó ayer esta carta ante el Tribunal Supremo para pedir la nulidad de las actuaciones que han conducido a la admisión a trámite de la segunda querella presentada en su contra por sus cobros en Nueva York. También alega cosa juzgada, porque, a su juicio, no hay hechos nuevos que permitan ahora al alto tribunal admitir lo que archivó en febrero de 2009, al no apreciar la existencia de delito alguno.

El principal argumento del escrito es la indefensión causada al magistrado por las 'diligencias de prueba' realizadas durante siete meses, en los que se ha permitido a los abogados querellantes, José Luis Mazón y Antonio Panea, proponer prueba e intervenir en el procedimiento hasta en 'seis ocasiones', sin que el querellado, Garzón, estuviese personado y pudiese alegar lo que considerase oportuno. También critica que el tribunal ni siquiera haya dedicado una línea a los tres escritos del fiscal en los que pedía el archivo.

Considera una práctica de cortesía las cartas que envió a Botín

Esta situación se ha producido al aplicar el alto tribunal el artículo 410 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que permite recabar antecedentes para evitar las querellas que pretender apartar a un juez de un proceso. Pese a que no es el caso, porque los querellantes no están personados en una causa instruida por Garzón, el Supremo lo ha aplicado tanto en esta segunda querella por su estancia en Nueva York, como en la que también admitió por abrir la primera causa penal contra el franquismo.

El abogado de Garzón, Gonzalo Martínez-Fresneda, argumenta que ese artículo es 'un filtro frente a querellas temerarias, presentadas desde intereses espurios o simplemente manipuladores de los hechos; es decir, frente a querellas como la presente'. Asegura que pretende 'forzar el descrédito profesional' del juez. El recurso añade: 'Bien está que se pretenda que los jueces sean tratados igual que los demás ciudadanos, pero no que sean tratados peor que ellos'.

El Santander sigue patrocinando la universidad en la que estuvo el juez

La defensa, como el fiscal, niega la existencia de los delitos de prevaricación y cohecho a los que se redujo esta querella. Rechaza que Garzón recibiera, 'ni directa ni indirectamente, fondos del Banco Santander', y califica de 'absurdo' y 'esperpéntico' que la entidad patrocinara la Universidad de Nueva York lo que sigue haciendo 'para lograr el archivo' de una querella contra su presidente 'que no existía', archivo que fue ratificado por la Audiencia y el Supremo.

Las cartas enviadas a Emilio Botín las enmarca dentro de una 'práctica de cortesía' usual en estos eventos.

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