Este artículo se publicó hace 13 años.
La Generalitat bajará el sueldo de los funcionarios y estudia el copago
Introducirá una tasa por receta farmacéutica dispensada en la sanidad pública para "evitar abusos", subirá las tasas universitarias, transporte público y recibo del agua.
Mientras el presidente electo, Mariano Rajoy, mantiene el mutismo sobre las partidas en las que aplicará recortes, el president de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, ha avanzado, apenas 48 horas después de las elecciones generales, la hoja de ruta que seguirá para mantener el límite del déficit del 1,3 % del PIB impuesto por la UE.
El ajuste en 2012 se producirá en dos frentes: por un lado por la vía del ahorro, con la reducción de salarios de los empleados públicos; por otro, por la vía de los ingresos, a través del incremento de determinadas tasas. Según cálculos de la Generalitat, con estas medidas se podrían ingresar unos 1.000 millones de euros adicionales.
Parapetándose en "la herencia" recibida, Mas ha señalado que "nos tenemos que poner al día y esta labor significa purgar". Esa poda se traducirá en una nueva rebaja del sueldo de los empleados públicos —el president no ha querido dar cifrar argumentando que antes lo quería hablar con los sindicatos—, privatizaciones (venta de patrimonio público, oficinas, edificios y empresas que gestionan infraestructuras),y el incremento de tasas para cumplir con la reducción del déficit en el 2012. En 2010 ya se les bajó el sueldo a los funcionarios un 5%.
Mas ha asegurado que es partidario de revisar las "condiciones laborales" de los empleados públicos, minimizando los despidos, y limitándolos únicamente en aquellos organismos públicos que, tras la reorganización del organigrama hecha por el nuevo Govern, se han quedado prácticamente sin funciones.
El ahorro alcanzará, según la Generalitat, los 1.000 millones de euros
Las subidas de precios se aplicarán sobre las tasas universitarias, el transporte público y el recibo del agua. Hay más: se está estudiando el incremento del precio de la gasolina, que no afectaría a transportistas y sector primario, e introducir una tasa ("ticket moderador", ha dicho Mas) por receta farmacéutica dispensada en la sanidad pública para "evitar abusos".
Mas ha insistido en que no se trata de una medida de copago, sino una barrera disuasoria para moderar el consumo de medicamentos que no sean estrictamente necesarios para los usuarios.
Sin paga extraMas ja justificado los "sacrificios" como necesarios y ha anunciado que los altos cargos renunciarán también a una paga extra entera, como se ha hecho con la paga extra de Navidad de este año. El recorte, ha concretado, supondrá "la reducción de entre el 20 y el 25%" del sueldo de los altos cargos en dos años.
Los planes contemplan que no se subirán los impuestos que dependen de la Generalitat, pero tampoco se suprimirán los incrementos en el IRPF introducidos por el anterior gobierno tripartito. Además, no se renunciará a aplicar el Impuesto del Patrimonio si el nuevo gobierno de Mariano Rajoy decide mantenerlo.
Si el año 2011, el primero con Mas al timón de la Generalitat, ha venido marcado por los recortes en el gasto debido al déficit de 8.400 millones de euros, en 2012 se iniciará una nueva fase de los planes del Govern para "purgar y sanear" las cuentas públicas catalanas.
En esta segunda etapa, ha admitido Mas, sería "peligroso" seguir recortando gasto de manera generalizada porque podrían cruzarse "las líneas rojas" de la calidad de algunos servicios del Estado del Bienestar; en ciertos ámbitos "ya se ha tocado hueso", ha dicho.
Los funcionarios, en el punto de miraLos empleados públicos de la Generalitat sufrieron en mayo de 2010 un recorte de sus sueldos tras eel primer paquete de ajustes que aprobó el Gobierno central.
Mas no ha dado detalles de las cantidades que los empleados públicos dejarán de cobrar y cómo afectará en sus nóminas, si en el salario base o bien con recortes en los distintos complementos.
El presidente ha asegurado que ante la crisis, hacen falta "esfuerzos, sacrificios y ajustes por parte de todos".
Si el nuevo Gobierno central de Mariano Rajoy aprueba una eventual reducción del salario de los trabajadores públicos, como hizo en 2010 Zapatero, en Cataluña no habrá un doble recorte. Se aplicará el decreto que se apruebe desde el Estado.
Zapatero aprobó el pasado año la primera rebaja de sueldo de los empleados públicos de la historia: se les bajó un 5% de promedio, afectando más a los que tenían más ingresos.
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