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El Govern juzga histórico el traspaso de Cercanías

CiU desprecia el logro y denuncia el tímido despliegue del Estatut

J. ROMERO / F. CASAS

Ya está hecho. Este viernes, 1 de enero, la red de Cercanías de Barcelona será gestionada por la Generalitat. El cierre del traspaso se rubricó ayer en Madrid, en el Ministerio de Política Territorial, en el seno de la Comisión Mixta de Transferencias Estado-Generalitat. Hoy, el Consejo de Ministros aprobará el real decreto y mañana lo publicará el BOE. Concluye así un 'paso histórico' en el desarrollo del Estatut, y 'al amparo de la Constitución'. Un juicio que compartieron el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, y el conseller
d'Interior i Relacions Institucionals, Joan Saura.

Pero desde la aprobación del texto han transcurrido tres años con más tiras que aflojas. 'Ha sido un proceso de negociación largo e intenso, no exento de dificultades', pero 'presidido por la máxima lealtad institucional' entre ambos gobiernos, dijo el ministro.

Saura entonó la misma partitura. Se declaró 'muy satisfecho' por el pacto. 'Es el traspaso más importante' desde la promulgación del Estatut, enfatizó. La Generalitat no lo concibe como 'burocracia', sino como una 'transferencia que afecta a cuatro millones de personas'. Además, el cierre de esta reivindicación 'histórica' de Catalunya tapa la boca de quienes 'ponen en duda la eficacia' del texto. Un mensaje que el conseller lanzó a los sectores independentistas.

Ayer pesaba más la declaración política que los pormenores técnicos, ya conocidos. El día 1, la Generalitat asumirá las funciones de regulación e inspección de Cercanías, así como la potestad en establecimiento de tarifas y sanciones. También podrá aprobar las condiciones generales de los contratos del transporte de viajeros, estipular los servicios mínimos en caso de huelga y resolver las quejas de los usuarios. Lo que no cede el Estado es la titularidad de la red ni las infraestructuras.

La Generalitat sustituirá al Estado en el contrato-programa contraído con Renfe, que caducará el 31 de diciembre de 2010. En 2011, Catalunya decidirá si suscribe un nuevo contrato con Renfe o cede el servicio a otro operador. El Gobierno central sufragará el déficit de explotación (unos 117 millones de euros) y mantendrá su política de gasto en Catalunya. 'Será la comunidad con más inversión estatal en infraestructuras en 2010, 1.880 millones', resaltó Chaves. El vicepresidente tercero se comprometió a impulsar el traspaso de trenes regionales.

Horas después de la firma, el conseller de Política Territorial, Joaquim Nadal, advirtió de que nadie 'espere milagros', pero las formaciones integrantes del Tripartito no evitaron lanzar campanas al vuelo. Sólo Esquerra Republicana puso un punto escéptico al señalar que el de ayer es sólo el primer paso.

En cualquier caso, nada que ver con la actitud de CiU, que aseguró que el traspaso llega 'amputado' y aseguró que el balance del despliegue del Estatut es casi paupérrimo. Francesc Homs recordó que de los 40 traspasos pretendidos por el Govern a principio de legislatura sólo se han conseguido cuatro. Y le queda menos de un año.

Aeropuerto de el Prat
Persiste el desacuerdo. Chaves dijo que hay “voluntad de cumplir y dar una respuesta satisfactoria” a Catalunya, que pretende una posición “determinante” en el nuevo ente gestor. Se remitió a la comparecencia prevista para el 12 de enero, donde el ministro de Fomento dará “todos los detalles”.

Inspección de trabajo
La negociación está “muy avanza-da” –quedan “flecos”, dijeron Saura y Chaves– y se liquidará en el primer trimestre de 2010.

Trenes regionales
No hay calendario y la negociación “no será fácil”, pero según Chaves sí más ágil que la de Cercanías, que ha durado un año y medio.

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