Este artículo se publicó hace 15 años.
La Guardia civil abate a tiros a un hombre tras 48 horas intentando atropellar a varios de sus agentes
El fallecido, de 38 años contaba con antecedentes policiales, se saltó dos controles y echó a una patrulla de la carretera
Un hombre de 38 años murió durante la noche del domingo al lunes al recibir un disparo en una persecución policial. Este suceso tuvo lugar después de que el fallecido llevara 48 horas huyendo de los agentes e intentado atropellar a varios miembros de la Guardia Civil, tanto por carreteras de la Comunidad de Madrid como de la provincia de Ávila. En el transcurso de esta persecución, el conductor echó de la carretera a un coche oficial de la Benemérita, causando contusiones en sus dos ocupantes, y arrolló a otro agente que le dio el alto.
Todo comenzó en Ávila, cuando un conductor intentó atropellar a una patrulla de la Guardia Civil que le estaba identificando. Tras varias tentativas de atropello, el hombre logró escapar con el vehículo y siguió su camino por la M-501. Minutos más tarde, la Central Operativa de Servicio recibió una llamada en la que se informaba de que un turismo marca Renault había sacado a otra patrulla de la carretera.
Fue en este momento cuando la Central de Ávila comunicó que la persecución de este coche ya había comenzado en esta provincia castellana. Por ello, inmediatamente se puso en marcha un dispositivo con las patrullas de la zona. Al poco tiempo de comenzar estas acciones, una de las patrullas situada en Navas del Rey (Madrid) localizó el coche con señales acústicas, y éste emprendió la huida.
Expulsión de la carreteraDurante esta persecución, el conductor del Renault logró echar de la carretera a un coche oficial de la Guardia Civil, que quedó siniestro total. Por su parte, los agentes que iban dentro de este vehículo sufrieron varias contusiones aunque ninguna de gravedad. Pero este incidente no frenó al hombre, quien siguió con su huida.
Finalmente, alrededor de la una de la madrugada, fue interceptado en la M-507, a la altura de la localidad madrileña de Villamanta. Allí, los agentes de la Benemérita consiguieron darle el alto. Pero entonces, al verse acorralado, el conductor perseguido dio marcha atrás y arrolló a un guardia civil. Inmediatamente, el compañero de patrulla del agente atropellado intentó romper la ventanilla del coche para paralizar al conductor, con lo que se fracturó el brazo. Además, al ver que el hombre intentaba arrollar de nuevo al agente caído el en suelo, cogió el arma y le disparó, provocándole la muerte.
El conductor fallecido era un español con antecedentes policiales por conducción temeraria y usurpación de funciones. Y es que en otra ocasión, se hizo pasar por un agente de la Policía Nacional.
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