Este artículo se publicó hace 17 años.
La guerra de las licencias de Ferraz y Génova se recrudece
El Ayuntamiento de Madrid recula y no envía inspectores a la sede socialista
Para empezar, una evidencia: PP y PSOE se han entrenado a fondo en la burocracia licencística. Los dos partidos han removido las entrañas de sus sedes para demostrar que sí. Que sí que disponen de licencia de obras, actividades y funcionamiento. Que todo está en regla. Y que nada falla.
El día empezó caliente. El Ayuntamiento de Madrid había amenazado el martes con mandar un inspector a Ferraz para demostrar que el cuartel general del PSOE no contaba con licencia de funcionamiento y que la había empezado a tramitar hace 15 días.
Al final, renunció a ello. Se limitará a reclamar información a los socialistas antes de proceder a la inspección. Pero el Consistorio insistió: Ferraz nunca solicitó licencia de funcionamiento desde la apertura de su sede en 1981.
Mentira, dice el PSOE. “Siempre” tuvo sus papeles en orden. Lo que hizo el pasado 29 de noviembre fue pedir una nueva licencia de funcionamiento tras la finalización de una reforma integral de sus instalaciones que comenzó en 2005. Así lo prueba el documento que facilitó ayer a los medios.
El PSOE apunta a FAES
La Alcaldía rebate ese argumento. Se agarra a que el “acondicionamiento general” concluyó hace dos años, así que el PSOE lleva dos años de retraso. No, no, zanja Ferraz: las obras se han cerrado “por completo” hace “poco”. “¡Pero si esto era una trinchera hasta hace nada!”, exclamaron fuentes de la dirección federal.
Ferraz respondió vivo. Es Génova quien flaquea. El 27 de marzo de 2006 Urbanismo concedió a la sede nacional del PP la licencia de obras. Le puso dos condiciones. Primera, debería solicitar al Consistorio la “preceptiva licencia de funcionamiento” una vez acabada la reforma. De lo contrario, le precintaría el inmueble. Segunda: la licencia de actividad concedida al PP caducaría en un año como máximo –que ya ha transcurrido, por tanto– si no presenta la petición de licencia de funcionamiento. Cosa que, dice el PSOE, todavía no han hecho sus adversarios.
Réplica de los populares. Y documento al canto: el 25 de julio de 2006, en efecto, la Junta de Chamberí les concede la licencia de actividades a las obras realizadas en la planta baja del inmueble. Casi un año después, el 26 de abril de 2007, les expidió el mismo papel (actividades) para la reforma de la sexta planta, que comenzaron más tarde. Ahora, añade el PP, aún está tramitándose la licencia para la modificación del segundo piso, empantanado por obras este verano.
Ahí no acabó todo. El PSOE acusó a la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), el think tank del PP. En 2005, y por tres veces, el Ayuntamiento denegó la licencia porque faltaban documentos. Pero en 2006 “obvió” la burocracia y concedió el papel. Papel que FAES mostró: el 11 de octubre de ese año el Consistorio dio vía libre a las obras.
IU pidió a los dos partidos que dejen de dispararse. Difícil. El PP acusa a Ferraz de “manipulación”. El PSOE, a su vez, que Génova sólo se emplea últimamente en “perseguir a quien quiere aclarar la Guateque”. Porque por eso salió todo el lío: por el caso Guateque.
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