Este artículo se publicó hace 17 años.
Historia de la carta que ilusionó a La Moncloa
En verano de 2004, ETA envió una carta a Zapatero. En ella, le anunciaba su deseo de abrir un periodo de "distensión" con el que facilitar una negociación con el Gobierno, para lo que se comprometía a no cometer más "ekintzas (acciones, en euskera) importantes", en alusión a los asesinatos. La misiva llegó a Eguiguren gracias a un dirigente socialista vasco francés, François Maitia. El presidente del PSE, ya enfrascado entonces en sus contactos con Arnaldo Otegi, telefoneó inmediatamente a quien el presidente del Gobierno le había indicado que sería su contacto con Madrid: el entonces portavoz socialista en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Ambos quedaron en el aeropuerto de Santander y allí el propio Eguiguren le dio la carta. Tras leerla, el ahora ministro del Interior telefoneó inmediatamente a José Luis Rodríguez Zapatero. La ilusión se instalaba en el Palacio de La Moncloa.
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