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La hora de la verdad para Gallardón

El futuro político del alcalde de Madrid se decide en la elaboración de las listas del PP

 

MARÍA JESÚS GÜEMES

La hora de la verdad se acerca. Queda poco para conocer las listas del PP se deben presentar a mediados de octubre y muchos dirigentes conservadores andan nerviosos. Esta semana está previsto que se aprueben los número uno y se den a conocer en la Convención de Málaga, aprovechando el anuncio del programa electoral. Pero lo que crea más expectación dentro de las filas de Mariano Rajoy es saber qué pasará finalmente con el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

En el PP son muchos los que ya dan por hecho que el regidor formará parte de la candidatura de Madrid e incluso que, si la derecha gana, viajará con Rajoy al Gobierno. Creen que lo primero ocurrirá porque Gallardón no quería volver a presentarse como candidato el pasado 22 de mayo y lo hizo convencido de que luego obtendría su premio más anhelado. Su filosofía es la de no permanecer más de ocho años en un cargo. Pero, en este caso, accedió a los deseos de su presidente y, de paso, se apuntó una medalla al buen comportamiento.

El regidor aceptó presentarse el 22-M convencido de que sería recompensado

Rajoy le obligó a repetir. Por un lado para mantener bien atado el Consistorio madrileño. Y, por otro, porque se hablaba de la posibilidad de que en el caso de que él rechazara el puesto, Esperanza Aguirre lo reclamara para sí misma. Algo que la dirección nacional quería evitar a toda costa.

Fuentes del partido aseguran que si, en esta ocasión, Gallardón mete la cabeza en el Congreso, estará satisfecho. Es más, si Rajoy decidiera prescindir de él para la Moncloa, no podría reprocharle nada porque habría colmado su deseo. Ahora bien, para muchos de sus compañeros sería mejor que el líder del PP se lo llevara consigo. 'Tampoco somos tantos y, por lógica, va a tener que recurrir a algunos de los que tiene cerca', dice un cargo del partido.

Si el alcalde se convierte solo en parlamentario no se podrá ir con buena parte de su equipo. No así si se hace con alguna cartera. En ese caso no hay nadie que no sepa que su mano derecha, Manuel Cobo, sería uno de los primeros en acompañarle. Pero también se da por hecho que en una nueva aventura se irían con él, entre otros, los concejales por Madrid, José Manuel Berzal y Pedro Calvo. Además de la edil Alicia Moreno, su jefa de gabinete Ana Román y su responsable de Comunicación, Marisa González.

En el partido sostienen que si logra ser diputado ya estará satisfecho

Para saber si Gallardón forma parte del Ejecutivo falta más tiempo. Primero hay que ganar el 20-N y luego habrá que ver si Rajoy le llama. Los colaboradores del presidente conservador aseguran que a día de hoy nadie sabe cuál va a ser su futuro y que el que vaya presumiendo de las nuevas funciones que le otorgarán lo hace basándose en impresiones personales y no en alguna promesa o confirmación de su jefe. Ese no es su estilo. Es un clásico que muchos de los que han entrado a reunirse con él se han ido con una conversación en la que han oído lo que querían escuchar pero no lo que realmente les ha dicho.

Si lo hace diputado, Gallardón podrá compaginar su escaño con la alcaldía. Rajoy se ajustaría así a lo que siempre ha dicho cuando se le ha preguntado por él: 'Lo veo al frente de la ciudad de Madrid'. Ambos puestos son compatibles y por eso se barajó hacerlo hace cuatro años. Lo que ocurrió en 2008 es que el líder del PP se encontró con la oposición frontal de Aguirre, quien dijo que si él iba, ella también. Para ello la presidenta tenía que dimitir del Gobierno regional y, ante el órdago, Rajoy decidió que no fuera ninguno.

Hay quien cree que Rajoy no le llevará en las listas porque ya no le necesita

En esta ocasión, todos los que rodean a Rajoy aseguran que esa situación no se planteará porque si Aguirre le dice que quiere ir en las listas, él puede aceptar sin problemas. Está convencido de su victoria y no teme, a diferencia de 2008, que alguien utilice la Cámara Baja como trampolín sucesorio.

En la derecha hay quien espera que en estos días se conozca el desenlace de esta película y no descarta sorpresas. Aunque Rajoy es 'previsible', algunos resaltan que Gallardón podría no hacerle ya falta. Las encuestas sonríen al PP en algunas se apunta incluso a una mayoría absoluta superior a la de Aznar en 1996 y tras el 22-M no parece que necesite llevar con él ningún ticket adicional para ganar votos por el centro izquierda.

Desde su más que cómoda posición Rajoy podría decicir dejar las cosas como están y si luego lo desea, incorporarle a su Gabinete. Le vendría bien para que en plena campaña no le recordara nadie que lleva consigo a la persona que está al frente del Ayuntamiento más endeudado de toda España y para evitar enfrentamientos con Aguirre.

Resultó bastante significativo que en una Junta Directiva Rajoy pidiera a los suyos que no se metieran en líos y automáticamente ella se convirtiera en noticia todos los días. Fue muy comentado que en la presentación del libro de Rajoy, eclipsara a su presidente con el tema de los profesores y la gratuidad de la educación.

Los conservadores estos días hablan y mucho de cuando lleguen al Gobierno. Y, sobre todo, de los planes de Rajoy. Se hacen apuestas. A Gallardón, sus compañeros lo ubican en Defensa o en Interior y Justicia. Pero algunos bromean con que vaya a Fomento, por su afición a las grandes obras... Muchos dicen que Rajoy recurrirá a Miguel Arias Cañete y a Cristóbal Montoro por lealtad. Algunos apuntan a la vuelta de Manuel Pizarro y del salto a nivel nacional del líder del PP canario, José Manuel Soria. Todo el partido ve a Sáenz de Santamaría a su lado. Y ya se ha empezado a decir que Ana Pastor ocupará la presidencia del Congreso y Pío García-Escudero la del Senado. Es política ficción. Rajoy ni una palabra. Sólo dice que en su equipo estarán 'los mejores'.

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