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El horizonte judicial de Camps "preocupa" a la dirección del PP

'Si el Supremo reabre la causa, estaría políticamente muerto', sentencian los conservadores

MARÍA JESÚS GÜEMES

Cuando mira hacia la Comunitat Valenciana, la dirección del PP contempla un horizonte muy negro. Se barrunta nueva tormenta del caso Gürtel. Después de la salida del ex tesorero Luis Bárcenas, ahora todos los ojos se vuelven hacia el president de la Generalitat valenciana, Francisco Camps.

Los conservadores van descontando los días que quedan para el 12 de mayo. Entonces se sabrá si el Supremo reabre o no la causa por un delito de cohecho impropio. El alto tribunal decidió finalmente admitir a trámite los recursos que la fiscalía y el PSOE valenciano presentaron tras el cerrojazo que hace ocho meses echó el juez De la Rúa.

Si resuelve seguir adelante, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana se verá obligado a iniciar los trámites para que un jurado lo juzgue por haber recibido de la trama corrupta trajes por valor de más de 12.000 euros.

Un escarnio público que, según varios dirigentes del PP, le llevaría a presentar automáticamente su dimisión. Consideran que la situación sería 'insostenible' y la presión 'brutal'. 'Si eso ocurre, está muerto políticamente', confirman varias voces desde la cúpula nacional. Reconocen que existe una gran 'preocupación' por el futuro de Camps. 'Sería un terrible problema institucional', admiten. Y confiesan que aún no saben muy bien cómo reaccionar si se tuercen las cosas: 'No hay plan B'.

De momento, el PP mantiene su discurso sobre tres pilares: no hay nada nuevo, no hay imputados y el PSOE ha activado una 'cacería'. Pero en la sede nacional saben que todo está en el aire. Y así lo reconoció implícitamente la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, cuando el lunes pasado le preguntaron si Camps era el mejor candidato. 'Hoy por hoy lo es', dijo marcando los tiempos.

Admiten que 'no hay plan B' si se quedan sin candidato

Aunque para la mayoría el recambio perfecto sería la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, los colaboradores de Rajoy mantienen que en su mente no está la idea de buscarle sustituto de cara a 2011.

En el partido confían en que el Supremo mantenga el archivo: 'Hemos apostado muy fuerte y todo a la carta de que no ocurrirá nada'. Pero aun si sus deseos se cumplen, algunos temen lo que se les puede venir encima más adelante. No olvidan que en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid hay varios temas pendientes: el informe policial en el que se habla de la supuesta financiación ilegal del PP valenciano y de las relaciones de la Generalitat con la empresa Orange Market, en el que se incluyen las adjudicaciones de Fitur y todo lo relativo a la visita del Papa.

Hay a quien le inquieta que todo esto le 'estalle a Camps en plena cara en cualquier momento'. Dan por hecho que desde Madrid se reenviaría al TSJCV y que no podrían negarse a instruirlo porque sería 'un escándalo'.

Muchos señalan que preferirían saber ahora a qué atenerse en lugar de que les pille desprevenidos con Camps reconfirmado como candidato o en plena campaña. Son conscientes de que los socialistas lo utilizarían para desgastar la imagen de toda la formación.

El PP sostiene oficialmente que ni hay nada nuevo ni hay imputados

Un diputado del PP apunta que lo más sencillo sería que él renunciara a repetir alegando que ha sufrido una persecución tremenda. Pero otro cree que eso supondría admitir su culpabilidad. En las filas conservadoras se ha abierto el debate. 'Es algo que está en sus manos', dicen desde el círculo de Rajoy. Desde luego, esperan que, si lo imputan, abandone el cargo y la afiliación al PP sin que nadie se lo pida.

Es el modus operandi del jefe de la oposición. Se vio con la suspensión de militancia del ex presidente del Govern balear Jaume Matas y con la renuncia de Bárcenas al acta de senador. Nadie duda de que con Camps se procedería igual. El equipo de Rajoy explica que este nunca presiona a nadie. La clave está en 'convencer' a los afectados de que su marcha es lo mejor para ellos mismos y para el partido. Resultado: estos terminan por abandonar de forma voluntaria, y no forzada, sus cargos.

Su partido, sin embargo, echa en falta mayor contundencia y a algunos les gustaría ver que de vez en cuando da un golpe de autoridad.

En el PP valenciano esperan que todo esto no se llegue a plantear. La decisión del Supremo no les ha sorprendido porque estaba 'en el guión' que se anunciara una fecha. Los conservadores valencianos afirman que ven a su jefe de filas menos 'tocado' de lo que estuvo hace unos meses. Recuerdan que las encuestas que manejan les garantizan la mayoría absoluta y siguen equiparando un triunfo en las urnas con el perdón ciudadano.

Algunos temen que lo imputen por financiación ilegal más adelante

En la dirección nacional, sin embargo, no las tienen todas consigo. Nadie duda de que el PP arrolle en la Comunitat Valenciana pero muchos creen que lo lograrían igualmente 'sin Camps'. Eso sí, a nivel nacional comienzan a sonar las sirenas de alarma. Para algunos no se puede permitir que se sume otro caso de corrupción después de lo ocurrido con Matas y con el desgaste que llevan acumulado, a cuenta del caso Gürtel, durante más de un año.

Fuentes conservadoras piden que, pase lo que pase, se acometa una limpieza importante del PPCV. Apelan a las palabras de Rajoy en un comité ejecutivo nacional en el que mantuvo que no estaba dispuesto a tolerar ni actos ilegales ni conductas reprochables. A la mayoría no se le han olvidado los regalos y comprometidas conversaciones que aparecieron de algunos dirigentes con Álvaro Pérez, El Bigotes.

Evita a los periodistas, no responde a las preguntas de la oposición y no aclara nada. El pasado jueves, Camps negó que él hubiese dado instrucciones para que la Administración autonómica contratara con las empresas de la ‘trama Gürtel’. “Nunca jamás he impartido consigna alguna en mis 20 años de actividad pública”, aseguró. Fue su respuesta al portavoz parlamentario socialista, Ángel Luna, que le pidió una “explicación razonable” que pudiera justificar la concesión de numerosos contratos a dedo a Orange Market. Era la primera vez que hablaba desde que se levantó el grueso del secreto de sumario por parte del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Habían pasado 16 días. El jefe del Consell sostuvo también que su Gobierno es el “más transparente de la historia democrática de la Comunitat Valenciana” a pesar de que por mucho que le reclaman los contratos él no los entrega para que se puedan comprobar. En el PP muchos consideran que el presidente de la Generalitat haría bien dando la cara. Así se lo pidió hace unos días el ex ministro de Ciencia con Aznar, Juan Costa. “Un político debe estar dispuesto a pronunciarse sobre su vida personal, situación patrimonial o responsabilidades políticas”, sentenció.

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