La plantilla del Hospital de Sant Pau (Barcelona) se añadió ayer a la lista de centros catalanes que han optado por sumarse a la petición de huelga por los recortes en la sanidad, que supondrá para la mitad de su plantilla la afectación por un expediente de regulación temporal. En una asamblea en la que participaron 400 personas, sólo cinco se abstuvieron. Lo aprobado ayer no significa la convocatoria formal de una huelga, pero sí muestra la predisposición a hacerlo. Su formalización dependerá 'de muchos factores', según la vicepresidenta del comité de empresa, Àngels Sabater. Entre otros, la posición final del consorcio que gestiona el centro en torno a la regulación de empleo, después de que el comité haya presentado un informe en el que cuestiona los argumentos de la empresa.

La protesta de los médicos en Catalunya se está trasladando a los ambulatorios, donde los profesionales se sienten tan discriminados como en los hospitales. Ayer, la Societat Catalana de Medicina Familiar se quejó de que la Generalitat 'ha cruzado la línea roja de posibles reajustes'.

Por su parte, la Confederación estatal de Sindicatos Médicos (CESM) apoyó las medidas de presión que están llevando a cabo los facultativos catalanes. Su secretario general, Patricio Martínez, aseguró que, si el PP gana las elecciones generales del 20 de noviembre, se extenderán los recortes como los que se han llevado a cabo en Catalunya. 'No lo harán ahora por no asustar al votante, pero si esto ahora es así, luego la situación será más dura', aseguró.

De ser así, Martínez no descartó que el sindicato convoque una huelga a nivel estatal en los primeros meses de 2012. Martínez calificó la situación 'de muy preocupante' y aseguró que los médicos no permitirán que los políticos 'metan la cuchara' en la relación entre médico y paciente, informa Vanessa Pi.