Se negaron a declarar, ofrecieron explicaciones insólitas a hechos puntuales que se les imputan y aprovecharon para exculpar a Daniel Osàcar, tesorero dimisionario de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), de haber tratado con ellos.

Así se saldó la esperada declaración del ex presidente del Orfeó Català, Fèlix Millet, de su mano derecha, Jordi Montull, y de la hija de este, la ex directora financiera, Gemma Montull. Fue Jordi Montull quien, a través de un escrito que presentó al juez, se encargó de asegurar que el 'Daniel' que aparece en su agenda personal no era Daniel Osàcar, tesorero de CDC, cuya dimisión aceptó este lunes Artur Mas. Es precisamente la irrupción en escena de este partido lo que motivó la nueva tanda de interrogatorios, ya que el juez debe estudiar si decreta nuevas imputaciones o incluso si hace de la presunta financiación irregular de esta formación una causa separada.

En la documentación de los antiguos dirigentes de la centenaria institución se encontraron desglosados pagos de facturas a proveedores de CDC y también a la fundación convergente Trias Fargas. La cuantía de estos pagos procedentes del Palau coincidía exactamente con el 2,5% del importe de la obra pública contratada por el Govern Pujol a Ferrovial. Según los indicios, Millet se quedaba el 1,5%.

A pesar de las palabras de Montull protegiendo a Osàcar, su hija admitió que se efectuaban pagos vinculados a CDC. Según dijo, se limitaba a obedecer las órdenes de sus superiores, según informó Efe.

Millet, por su parte, justificó que cargara los 200.000 euros de las facturas de sus dos hijas al Palau porque invitó a políticos y eso ayudó a la promoción de la entidad. El imputado, además, cobró a sus consuegros las nupcias. Además, explicó que no fue consciente del error que supuso pagar obras en sus casas con el dinero público del Consorcio del Palau. En total, la entidad cultural sufrió un saqueo estimado en 35,1 millones de euros.