Este artículo se publicó hace 13 años.
IU desafía a Zapatero y le pide que, si es de izquierdas, recupere el Impuesto sobre el Patrimonio
Cayo Lara reprocha al presidente que haya tratado "con puño de hierro" a los trabajadores y con "guante de seda" a la banca
Como quien predica a veces en el desierto. Izquierda Unida está atenta (lógicamente) a los mensajes de campaña del PSOE, pero la cosa es que no hay mensaje de vuelta por parte de los socialistas. El diálogo (o monólogo) de la federación con Ferraz comenzó muy pronto en esta caravana electoral del 22-M, el pasado domingo en Barcelona, en cuanto José Luis Rodríguez Zapatero agitó el "voto del miedo". Luego el presidente del Gobierno juró y perjuró que no había aprobado recortes sociales. El viernes en Inca (Mallorca), el jefe del Ejecutivo se lanzó a por el voto de "todos los progresistas".
Cayo Lara fue recogiendo el cordel del PSOE. Condenó la llamada al voto útil, retó a Zapatero y a Mariano Rajoy a mantener un debate a tres para hablar sobre la crisis y las alternativas de cada partido. Y esta mañana, en Gijón (Asturias), en un repleto polideportivo Moreda, y ante más de 700 simpatizantes testigos, desafió al presidente a probar su nivel de progresismo. La exposición del examen llegó al final del mitin: "Si no ha hecho los recortes, si tiene voluntad de cambiar el rumbo, de rectificar, que rectifique mañana. Que haga un gesto: que recupere el Impuesto de Patrimonio, el mayor regalo a las grandes fortunas del país". Entre ellas, señaló, didáctico, la duquesa de Alba. El coordinador federal recordó que con la supresión de la tasa en 2008, el Estado ha perdido 6.000 millones de euros de ingresos (unos 2.000 por año). Con esa cantidad, se podrían haber creado "70.000 puestos de trabajo", o haber dotado de más recursos a la Ley de Dependencia, o haber incluso evitado la congelación de las pensiones, enumeró.
"¡Que se moje y diga que rectifique! No puede ocultar, por muchas cortinas de humo, que ha tratado con puño de hierro a los trabajadores y con guante de seda a los banqueros", insistió. El líder se demandó qué fue de la promesa del Gobierno de aprobar un nuevo impuesto para los ricos, o un gravamen para las transacciones financieras o incluso un salario máximo interprofesional para que los altos ejecutivos, responsables para IU de la crisis, "no se forren".
Duele también en IU aquello de que el PSOE reclama la simpatía de "todos los progresistas". "Que Zapatero vaya a pedir el voto a los banqueros y a [Emilio] Botín [presidente del Santander] y no insulte la inteligencia de la gente que lleva tanto tiempo castigando", aseguró.
El reto a Zapatero permitió a Lara salvar un mitin en el que tampoco introdujo grandes novedades en el discurso. Reiteró que "lo público es la seña de identidad de los de abajo, de la izquierda, de los que aspiran a una sociedad más justa e igualitaria". Volvió a recoger la coincidencia del "bipartito monárquico" (esto es, de PP y PSOE) en sus medidas y en su afrenta al Estado del bienestar. Afeó al PSOE que agite el "voto del miedo" del PP, cuando IU "sí sabe qué es la derecha", por haberla sufrido directamente. Y luego planteó los ayuntamientos como "escuela de participación" de la democracia, como tubo de ensayo para "acabar de abajo arriba contra el neoliberalismo". Además, reseñó una acusación muy querida por el diputado en el Congreso de IU, Gaspar Llamazares, sobre la crisis política. Esto es, la recesión no sólo hay que verla como números de crecimiento económico o paro (que también), sino como ataque al mismo corazón del sistema. "Nos han robado la democracia", explicitó. A continuación detalló cómo la Constitución sigue sin cumplirse en varios artículos: derecho al trabajo, la vivienda, la progresividad fiscal...
La "derecha rancia" y los partidarios del "ajuste sin límite"Asturias no es una comunidad más para IU. Es una comunidad en la que cogobierna con el PSOE desde 2003, donde consigue un amplio respaldo (un 9,69% en las autonómicas últimas) y donde atesora más poder regional. Ahora las encuestas pintan una escena difícil: el bloque PSOE-IU pesa casi tanto como el de la lista de Francisco Álvarez-Cascos y la candidata del PP, Isabel Pérez-Espinosa. Así las cosas, el Gobierno del Principado pende de un hilo.
Lara no introdujo en su discurso referencias a la política autonómica y local (no es habitual en sus mítines). Le dejó la tarea al cabeza de lista por Asturias, Jesús Iglesias. El coordinador regional presentó al exministro de José María Aznar como el "gran depredador", la "clara amenaza al Estado del bienestar". Y a Gabino de Lorenzo, el alcalde de Oviedo y gran impulsor de Pérez-Espinosa ante la dirección nacional del PP, como "gran depredador". Los dos son "la derecha rancia" (sólo les diferencia que pertenecen a "grupos de interés y económicos distintos") a la que se suma la Iglesia. No era casualidad, porque el arzobispo de la capital del Principado pidió esta semana el voto para los que defienden "la vida, la maternidad y los retos de la familia". "Es la alianza de la mitra y la derecha, el nacionacatolicismo. ¡Si la Iglesia quiere participar en campaña, que lo haga, pero no con nuestra pasta!", se quejó Iglesias.
El PSOE también tuvo su ración. Es el "ajuste tras ajuste sin límite". Mientras que IU es quien "pone freno a esos ajustes", quien en el Gobierno ha aprobado el salario social, ha desplegado la Ley de Dependencia, ha "fortalecido lo público, dignificado la política".
El número uno por Gijón, Jorge Espina (debutante en estos comicios), vendió ilusión a los suyos. Con energía constante: "Somos los rebeldes del nuevo siglo, la fuerza de la utopía, los insumisos antisistema que proclaman que nunca se van a rendir", los que, a la postre, "se rebelan contra esta mierda de mundo".
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