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IU estudia cómo sancionar a sus tres diputados díscolos en Extremadura

La dirección de Cayo Lara pierde toda esperanza de que la federación regional rectifique y vote en contra de la investidura de Monago

 

JUANMA ROMERO

Oficialmente, los canales de comunicación (y negociación) entre IU federal e IU Extremadura no se han cerrado, pero lo cierto es que las posiciones de una y otra siguen a años luz. Y ya se está en tiempo de descuento: hoy lunes comienza en la Asamblea regional, en Mérida, el debate de investidura del conservador José Antonio Monago, que concluirá el jueves con su designación por la Cámara como presidente electo, en segunda vuelta.

La cúpula de Cayo Lara piensa ya en el siguiente paso: cómo responder de forma contundente cuando se consume la 'rebelión' de los tres diputados –Pedro Escobar (coordinador regional), Víctor Casco y Alejandro Nogales–, cuando se abstengan en la investidura de Monago en lugar de votar en contra. Primero, reiterará en un previsible 'durísimo' comunicado que la federación queda 'fuera de la política de IU'. Y luego comunicará qué sanciones va a aplicar.

La dirección federal no responde de forma homogénea respecto a las medidas a tomar contra Extremadura. De un lado, los más cercanos al coordinador defienden la mano dura como dique de contención frente al riesgo de 'pérdida de credibilidad' del proyecto de Lara. Ayer algunos dirigentes se inclinaban abiertamente por la 'expulsión' y por la conformación de una gestora. Pero, en principio, según fuentes cercanas al líder, no se llegará a aplicar esa multa máxima en un primer momento.

IU Abierta, el sector afín a Gaspar Llamazares, es partidaria de no imponer sanciones disciplinarias para no 'romper' la federación extremeña. '¿A quién expulsamos? ¿A toda la federación? Cada federación aquí ha hecho de su capa un sayo: Andalucía, Madrid... y nadie ha hecho nada. ¿Qué medidas se han tomado, por ejemplo, en Coslada [Madrid], donde IU ha cedido el Gobierno local al PP?', protestaba un dirigente gasparista.

La vía intermedia sería la apertura de un expediente informativo a los tres diputados díscolos, opción que ya se aconsejó aplicar contra los ediles que habían facilitado 40 alcaldías al PP tras el 22-M. En todo caso, la decisión recaerá en los órganos de dirección federales. Hoy se reúne la Comisión Ejecutiva (23 miembros), el domingo la Presidencia Ejecutiva (57 dirigentes) y probablemente el 23 de julio el Consejo Político (180 responsables).

Sí es compartida en la cúpula la sensación de 'pesimismo' tras unas conversaciones discretas que algunos dirigentes describen como 'tensas'. 'Seguimos hablando con ellos, pero ya con muy pocas esperanzas de que rectifiquen', comentaba Miguel Reneses, secretario de Organización. 'Nos han engañado, se han instalado en razones prepolíticas, insolventes', se quejaba otro de los interlocutores con Mérida.

'Queda claro que no cambiaremos de opinión –admitía ayer a Público Casco–. Ahora queda mirar al futuro e intentar que la dirección federal salga bien parada de este proceso'. ¿Espera sanciones? 'No, no podemos ser más papistas que el papa, cuando el PSOE pacta a diestro y siniestro con el PP'.

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