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IU propone aprobar una nueva Constitución federal

Defenderá en la Asamblea de Refundación un 'giro político, económico, social y cultural radical'. Aboga por aumentar la participación de los ciudadanos

JUANMA ROMERO

A estas alturas, nadie duda de que la crisis y la defensa del Estado del bienestar frente a los 'ataques' del neoliberalismo inundará el debate en la I Asamblea de Refundación de Izquierda Unida, que empezará este sábado 26 de junio en Fuenlabrada (Madrid). Pero las discusiones también caminarán por otros senderos. Por la 'radicalidad democrática', por ejemplo. Y ahí IU ofrece una propuesta más acabada que en anteriores documentos de trabajo: la aprobación de una 'Constitución federal', que consagre un 'Estado federal, republicano, participativo y solidario'. Es decir, no valen ya reformas mayores o menores de la Carta Magna de 1978, sino que hay que elaborar un texto desde cero. Tabula rasa.

La idea se recoge en un documento de 49 folios, Ejes para un nuevo programa político. IU ha integrado las aportaciones surgidas de los foros sectoriales de debate celebrados con movimientos sociales en los últimos meses. Lo que sigue es un resumen de las principales propuestas del texto, todas ellas muy genéricas.

El presidente de la República sería elegido por sufragio directo

Los valores republicanos

IU parte de la base de que la Transición no acabó en 1978, ni en 1981. España aún vive en ella, ya que se han 'consolidado los aspectos más conservadores' de ese 'régimen', mientras 'algunas conquistas de la izquierda' contempladas en la Constitución 'no son hoy más que papel mojado', como los derechos al trabajo, la vivienda o al acceso a la cultura.

Apuesta por la fiscalidad progresiva y la banca pública

Se necesita 'un cambio político que conlleve un giro económico, social, cultural y ético radical', vuelco que 'la izquierda llama III República', y que ha de plasmarse en la promulgación de una nueva Constitución federal, asegura el texto. No habría autonomías, sino 'libre unión de los pueblos', para garantizar la diversidad territorial.

La monarquía, vista su 'inutilidad', debe morir para IU, y ser reemplazada por un presidente de la república elegido por sufragio directo.

La federación sitúa al ciudadano en el centro del cambio, pues debería participar 'en las decisiones de los gobiernos' (central, autonómico y local) y 'en la gestión de bienes y servicios públicos'. También plantea modificar el sistema de elección de los miembros de las instituciones y reformar la ley electoral.

Un último apartado es la garantía total de la laicidad del Estado: suprimir la financiación pública de la Iglesia, eliminar los símbolos, sacar la religión de las escuelas, certificar el derecho de apostasía...

La respuesta a la recesión

La 'alternativa global a la hegemonía del neoliberalismo', asevera el documento, se construye desde la 'movilización social y la participación ciudadana'. IU ofrece iniciativas ya trilladas: recuperar una banca pública, tasar las transacciones financieras, aprobar una política fiscal progresiva y verde, rescatar el Impuesto de Patrimonio...

IU también pone sobre la mesa su estrategia de choque contra la crisis, que incluye un plan de empleo, aplicación 'completa' de la Ley de Dependencia o creación de más plazas de funcionarios. Un 'nuevo modelo productivo' supone, dice el texto, defender la intervención del Estado en la economía y dar 'poder' a los trabajadores.

El valor de lo público

Según IU, se debe avanzar hacia un 'Estado social', que refuerce la enseñanza y la sanidad públicas, por lo que habría que 'reducir progresivamente' los conciertos educativos y sacar al sector privado de los centros sanitarios.

La federación incluye en este capítulo la consolidación del sistema de pensiones, la regularización de todos los inmigrantes sin papeles o la aprobación de una ley integral contra la discriminación de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGTB).

En el programa verde, IU apuesta por las energías renovables, el cierre de las nucleares, un transporte sostenible y el comercio justo.

La última semana no está siendo fácil para IU. En la reunión de la cúpula con los coordinadores de las federaciones, el martes, se palpó la 'creciente inquietud' de algunos dirigentes por la 'sinceridad de la apertura' de la asamblea. 'El balance es muy pobre. Se dirige una refundación de laboratorio, por la torpeza de la cúpula federal, que excluye a gente valiosa o no sabe sumar aliados, como sí hace por su lado ICV', afirma un responsable de IU Abierta, el sector afín a Gaspar Llamazares.

'No hay espacio para los conflictos internos', responde Miguel Reneses, secretario de Organización. El líder del aparato reseña un dato 'positivo': el anuncio hecho esta semana por Izquierda Republicana -el partido fundado por Manuel Azaña en 1934- de 'formar parte, de forma directa', de la asamblea. ICV irá de invitada.  

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