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IU reivindica sus alternativas en Andalucía frente al PSOE y la derecha «rancia»

La formación huye de los grandes proyectos y apuesta por las propuestas sin apenas coste presupuestario

OLIVIA CARBALLAR

Antonio Rodrigo Torrijos, candidato de IU a la alcaldía de Sevilla, no pudo escuchar ayer el debate que mantuvieron los candidatos del PSOE y el PP en la Cadena SER porque empezó su primer día de campaña junto a los trabajadores de Aussa, la empresa que gestiona los aparcamientos urbanos y la grúa. Luego se fue al río y esparció un listado de propuestas de calle, de todos los días, de las que se pueden hacer de hoy para mañana con creatividad y sin apenas coste presupuestario: zonas wifi, kioscos-biblioteca, cine, exposiciones, actividades deportivas... Micropolítica.

“Si las 70.000 personas que usan los carriles bici identificaran que existen por el impulso de IU y votasen a IU, tendríamos 70.000 votos. Si los 34.000 desempleados que están o han disfrutado del bonobús solidario identificaran que ese bonobús existe por IU y votaran a IU, tendríamos 105.000 votos. Si las 18.000 personas que deciden en los presupuestos participativos identificaran que esa calidad democrática se debe al esfuerzo de IU y votaran a IU, tendríamos 125.000 votos. Y si las 250.000 personas que están practicando deporte con calidad gracias a los equipamientos deportivos impulsados por IU votaran a IU tendríamos la mayoría absoluta. ¿Por qué no? No estamos hablando de pactos”, afirmó ayer Torrijos en un acto en el que sólo por el lugar elegido ya dejó claro que le echa valor: el paseo Juan Carlos I junto a la biblioteca Felipe González. Monarquía y socialismo.

En IU, por ahora, hablar lo que se dice hablar, se habla de disputa. Aunque por dentro la formación sabe que los sueños sueños son y sus aspiraciones no se saldrán del margen de un nuevo pacto de gobierno con los socialistas en Sevilla, la capital que intentará mantener junto a Jaén y Córdoba –donde librará la prueba de fuego sin Rosa Aguilar, hoy ministra de Zapatero–. La última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) dibuja un panorama muy similar a 2007 en la capital andaluza, la más codiciada por todos los partidos. El PP no las tiene todas consigo para alcanzar la mayoría absoluta y los socialistas, sin IU –que renovaría sus tres concejales– no son nada.

Esa es la baza, junto al desgaste del PSOE, que pretende rentabilizar ahora IU, una formación que ha estado detrás de las grandes iniciativas sociales que ha alcanzado en estos cuatro años el Ayuntamiento de Sevilla y que, quizá sin querer, quizá queriendo, se han apropiado los socialistas. “El señor [Juan] Espadas debería tener cierta contención verbal y no subestimar a nadie en vez de tratarnos como a un primo menor; IU tiene su discurso propio y voluntad de gobierno”, advirtió Torrijos, que tiene en contra su imputación en el caso Mercasevilla.

Lo que no quiere ni puede IU es vender humo. Su patrimonio en estas elecciones, en las que, a diferencia de PSOE y PP, no se juega más que los municipios –y un empujón para las autonómicas del próximo año en las que también puede ser llave de gobierno–, son las propuestas locales y asequibles. “No estamos hablando de los grandes sueños de esta derechona sevillana que lidera el señor [Juan Ignacio] Zoido, un juez que incumple la ley electoral y de pronto despierta, se saca por arte de birlibirloque una ciudad de la justicia con seis edificios y 3.000 aparcamientos. Luego le pregunta uno cómo lo va a financiar y no dice que Dios proveerá, pero sí se acerca a esa nueva sacralización económica que se llama capital público privado”, enfatizó.

“La batalla contra la derecha rancia del PP sólo la puede librar con fuerza, honestidad y garantía IU, que es quien lidera el modelo participativo, solidario, sostenible, de futuro y progresista que se está abriendo paso”, añadió el coordinador general de IU en Andalucía, Diego Valderas, también presente en el acto. Su objetivo es llegar al 15% de los votos en Andalucía, frente al 12,36% alcanzado en 2007. Su reto: que el discurso, su discurso –“la alternativa a la derecha y a las políticas de derechas”– llegue a los ciudadanos.  

El mensaje que, desde luego, envió ayer el candidato del PP en Sevilla, Juan Ignacio Zoido, no fue ni apasionante ni arriesgado. En un cara a cara en la SER con el candidato socialista, Juan Espadas, Zoido llegó a admitir como buenos proyectos que antes había demonizado, como la peatonalización. Espadas, que iba guerrillero, no logró que Zoido entrara en faena.

“Daremos confianza a todos los ciudadanos sean de la ideología que sean”, insistió el candidato del PP. Un paso en falso y pueden salir votos de la izquierda como setas. Podía haber hecho sangre con el caso Mercasevilla, pero se limitó a calificar a Espadas como el heredero de Monteseirín y, a petición del propio Espadas, se disculpó por incumplir la ley electoral. Eso sí, dando por perdida la mayoría –y, por tanto, el poder– pidió que gobernara la lista más votada. “Por lo que me cuentan, Zoido ha estado como el torero Platanito, pidiendo la última oportunidad en la maestranza”, ironizó Torrijos.

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