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Izquierda Unida pide el voto a la "base social" de UGT

Cayo Lara emplaza a los afiliados del sindicato hermano del PSOE a recordar quién estuvo con ellos en las calles

JUANMA ROMERO

Otro paso fronterizo cruzado, otro tabú derribado, otro salto directamente a la ofensiva y a la yugular y al corazón de los socialistas.

Izquierda Unida llamó ayer jueves a una puerta a la que hasta ahora no había tocado en todo este largo viaje hacia el 20-N. Ni tan siquiera buscó abrirla en otras elecciones, según rememoraban en la dirección.

La puerta es la de UGT. Ni más ni menos. El histórico sindicato hermano del PSOE, fundado por Pablo Iglesias en 1888. Cayo Lara se dirigió ayer a sus afiliados, y les reclamó su voto. Primero, en una rueda de prensa en el hospital materno-infantil Virgen del Rocío de Sevilla. Luego, por la tarde, en el mitin central de esta gira por Andalucía, en el recinto El Fuerte del parque de atracciones Isla Mágica.

'Porque tenemos autoridad política para decirlo, porque los hechos son los que cuentan, y no las palabras, también le queremos pedir el apoyo a la base social de UGT, a los trabajadores con los que hemos estado en las calles defendiendo sus derechos y en el Parlamento mientras otros han estado en el Parlamento castigando a los trabajadores, sin distinguir si eran de UGT, de CCOO o de CUT [Colectivo de Unidad de Trabajadores]. Han atacado al conjunto de trabajadores. Tenemos la fuerza política, ética y moral para pedir el apoyo de la base social de UGT'.

El candidato se retrotrajo a 2010, a la huelga general y a la larga saga de movilizaciones y protestas de esta pasada legislatura. '¡Que piensen con su cabeza quiénes estaban en la calle cuando [se aprobó] la reforma laboral y con los recortes, y quién votó en el Parlamento. Que lo piensen!', apremió ya durante el mitin.

Pide a los socialistas defraudados que se atrevan a 'probar' la alternativa

No es un paso menor. Hasta ahora, IU había apelado a los 'desencantados' del PSOE (ni siquiera a sus militantes), o a los indignados, o a 'las fuerzas de la cultura', o a los 'sindicalistas' en general. Pero no se había atrevido a mirar a los ojos a los miembros de UGT. 'Lo hacemos de forma natural, porque hemos estado codo a codo con ellos. Pero sí, vamos a la ofensiva', al bocado quizá más simbólico para el PSOE, confesaban ayer en el equipo electoral de Lara.

La federación vistió su llamamiento con la divulgación de un manifiesto de apoyo a IU suscrito por más de '1.500 sindicalistas' –entre ellos, uno de UGT, Emiliano Doménech, secretario de Comunicación–. Los firmantes reconocen el 'profundo compromiso de IU en defensa de los trabajadores': contra la 'inútil' reforma laboral, contra el cambio constitucional, a favor de los servicios públicos, la democracia, la inversión pública...

Lara incide en los reproches a Rajoy y vuelve a dar por 'caído' a Rubalcaba

Los guiños al granero socialista se hicieron si cabe más intensos ayer en El Fuerte. A los que aún albergan 'dudas', Lara les reiteró la 'mochila' de luchas y de 'honestidad' de IU, lejos de quienes se ponen 'la chaqueta de pana' –léase Alfredo Pérez Rubalcaba– o los que se enfundan 'el chándal para parecer campechanos' –léase Mariano Rajoy–. 'Que dejen de deshojar la margarita y decidan coger el camino de la izquierda alternativa. Que nos prueben y nos probemos mutuamente. Somos el mismo estrato social'. O, como afiló después Diego Valderas, coordinador regional, que apuesten por la 'izquierda decente' y abandonen a la 'izquierda indecente'.

Por segundo día consecutivo, Lara evitó zaherir a Rubalcaba –'Lo han dejado en caída libre y sin paracaídas, que es peor'–. Se empleó en Rajoy, que ayer también recaló en Sevilla y al que 'alguien' le había visto 'en chándal haciendo deporte'. 'Ya no oculta su programa. Viene con la tijera de podar y ha dicho que todo, salvo las pensiones, y no nos lo creemos, está sujeto a recorte'. Explicó que la Ley de Dependencia, esa que según el líder del PP 'no es viable', como dijo en una entrevista a El País, afecta sobre todo a los mayores. 'Es la derecha de ajuste más duro y más recorte que el PSOE', dibujó. De todo ello IU cree que habría que extraer una lección, y la dio Valderas: 'Que ningún trabajador se llame a engaño y tire piedras contra su propio tejado. El PP nunca defenderá los intereses de los trabajadores. Un trabajador no puede votar al PP'.

La capital andaluza goza, de siempre, de un simbolismo único para IU. 'La Sevilla roja, la Sevilla comunista', evocó Valderas. La federación siente muy cerca la reconquista de un valioso escaño que perdió en 2004. La persona elegida para recuperarlo es José Luis Centella, el secretario general del PCE. 'Queremos llevar a las urnas votos rojos porque somos rojos sin complejos y sin matices', pidió el candidato provincial, más desprovisto de estilo mitinero.

El candidato alega la 'fuerza política y ética' de IU para apelar a UGT Sevilla se portó. Tras el pinchazo de aforo visto en las autonómicas y municipales del pasado mayo, ayer llenó. Unas 1.700 personas. O sea, una cifra similar a la que se vio el domingo en Valencia. El público agitó banderas, gritó, aplaudió, pero se sintió una temperatura algo menos cálida que en las dos jornadas anteriores, en Cádiz y Málaga. Eso sí, se encendió como la pólvora con la estrella mitinera de siempre, Juan Manuel Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda y líder del CUT.

Sánchez Gordillo fue escupiendo titular tras titular, muy en su línea: 'El capitalismo es violento y terrorista', 'No me gusta el bipartidismo porque es corrupto y ladrón', 'No me gusta el monarca ladrón ni [Iñaki] Urdangarin, su aprendiz', '¿Qué han hecho los partidos socialdemócratas cuando han llegado al poder? Han sido los partidos más antiobreros, más reaccionarios y más de derechas. ¡Son el caballo de Troya en el seno del movimiento obrero!'. Y para rematar, pidió que el Estado se declare 'insumiso' y no pague la deuda soberana.

Lara también acarició un símbolo: Marcos Ana, el poeta comunista que pasó 23 años en la cárcel. Ayer se cumplieron 50 años de su salida en prisión. Recuerdo vivo de la lucha antifranquista, de la memoria histórica, de un pasado del que IU siempre se siente orgullosa.

La anécdota. El olor a palomitas que llegaba a El Fuerte. Y se cataron: al lado del recinto se vendían.

La frase. 'Hay que elegir entre la democracia burguesa que conduce al capitalismo o la democracia obrera que lleva al socialismo y al comunismo'. Juan Manuel Sánchez Gordillo

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