Este artículo se publicó hace 17 años.
Javier Arenas se queda sin pregón
¿Piensa Javier Arenas retirarse como pregonero cofrade en Almería después de que la Iglesia haya prohibido a la hermandad de La Estrella encargar tal tarea al líder del PP andaluz? Esa fue la pregunta. Y Arenas, con aplomo y una gran sonrisa, negó de manera fulminante que alguna vez hubiera albergado la intención de lanzar no un mitin sino el pregón de esa hermandad almeriense, fijado para el 9 de febrero, es decir, en plena precampaña de las elecciones andaluzas a las que el líder del PP andaluz y candidato a la Junta concurrirá encabezando, precisamente, la lista de su partido por Almería. "Es imposible -argumentó con lógica impecable- que uno se retire de donde nunca ha estado".
Arenas lo negó, en Sevilla y junto a Mariano Rajoy, a la una y media de la tarde. A las cinco, el hermano mayor de La Estrella, Manuel Navarro Domene, se declaraba "aturdido" por la polémica y daba otra versión.
"A él le pareció bien"
Según el presidente del PP andaluz, la "sugerencia" de ofrecer el pregón de exaltación de La Estrella, le llegó "hace semanas". Y la descartó: "La consideración que hice es que no me parecía buena idea", dijo. "Y si el obispo piensa que la fecha no es adecuada, coincido al cien por cien", remató. Según Navarro Domene, las cosas ocurrieron de otro modo: "Se lo propuse personalmente en la feria de agosto de Almería, y le pareció bien".
¿Le pareció bien? "Le pareció bien", ratificó casi en un susurro el hermano mayor. Tan segura era la nominación de Arenas que la cofradía ni siquiera sabe si "a estas alturas" podrá encontrar un sustituto dispuesto a encaramarse el 9 de febrero al escenario del teatro Apolo para pregonar las virtudes de la Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús de las Penas y María Santísima de la Estrella. "Todo está en el aire", confesó Navarro. Todo excepto que el pregonero no será Arenas, quien en 1999 acudió a la sevillana basílica de la Macarena a arrodillarse ante la Virgen en cuanto recibió el nombramiento de secretario general nacional del PP.
La hermandad no había llegado a transmitir oficialmente su propuesta al obispado. Pero, y así lo subrayó ayer Navarro, la designación de Arenas era vox populi en los medios cofrades. Así se enteró el obispado.
No es la primera vez que La Estrella, nacida en 1991 y que cifra sus miembros en 900, elige a un político del PP como pregonero. El año pasado, el discurso de exaltación correspondió al alcalde de la ciudad, Luis Rogelio Rodríguez Comendador. Según el hermano mayor de La Estrella, no hay en la repetición de siglas ningún sesgo político. "Simpatizamos con las personas", asegura.
Al margen de la Iglesia
Pero, a tenor de su decisión, la diócesis de Almería discrepa del modelo de simbiosis político-cofrade auspiciado por la hermandad. La política, argumentó ayer el vicario de acción pastoral de Almería, Manuel Pozo, "tiene que quedar al margen" de la Iglesia. Y el líder del PP -añadió el vicario- "tiene una significación política grande". Oficialmente, el prelado almeriense, Adolfo González, no ha prohibido la participación de Arenas: la ha "desaconsejado" teniendo en cuenta como elemento adicional la cercanía de las elecciones.
Mientras que Arenas articulaba en Sevilla un gesto a la medida de su "sorpresa" porque le dijeran no a algo a lo que "nunca" dijo que sí, en Almería el PSOE entraba en liza para arremeter de frente contra el presidente del PP andaluz.
"Nosotros -afirmó el secretario provincial de los socialistas y cabeza de lista en las autonómicas, Martín Soler- sabemos hace varias semanas que Arenas había dicho que sí, ésa es una realidad objetiva, por tanto no puede decir que había dicho que no porque no es verdad. Y sabía que la fecha era febrero".
En opinión de Soler,La Estrella "ha actuado de buena fe, según sus propios criterios e ideología interna". Y la reacción del obispado ha sido "correcta". Soler ni siquiera cuestionó la oportunidad de que Rodríguez Comendador diera el pregón de 2006, dado el carácter "institucional" de su cargo como alcalde de Almería. Los dardos del PSOE tuvieron una única diana: Arenas, "que con tal de meter la cabeza aprovecha cualquier espacio".
Una circunscripción clave
No es casual que, por primera vez desde que en 1994 protagonizó su primer asalto fallido contra Chaves, Arenas haya elegido Almería y no Sevilla para encabezar la lista autonómica de su partido. Para el PP, la almeriense constituye una circunscripción clave tanto en las autonómicas como en las generales.
En las generales de 2004, y aunque el PSOE ganó en la provincia, los conservadores recabaron allí su mejor marca con un 44,28% de los votos (10,5 puntos por encima de su media andaluza y casi siete más que la media española) que se tradujeron en dos de los cinco escaños en juego. En las autonómicas, sus resultados fueron algo más bajos, pero igualmente mejores que los cosechados en el conjunto de la comunidad: el 42,5% de los votos y 5 diputados sobre once en reparto.
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