Este artículo se publicó hace 14 años.
El juez cree que Matas se veía por encima de la ley
El magistrado impone al ex president balear una fianza de tres millones de euros para eludirla cárcel
"Es claro que el señor Matas ha venido a burlarse de los simples mortales". Esta afirmación del juez José Castro resume el auto de 147 páginas con el que impuso ayer una fianza de tres millones de euros para eludir la cárcel al ex president balear Jaume Matas por todos los delitos aplicables en casos de corrupción: siete de malversación de caudales públicos, blanqueo, prevaricación administrativa, falsedad en documento oficial, fraude a la administración y delito electoral.
Escrito de forma llana y con un tono irónico, inusual en una resolución judicial, el juez de Instrucción número 3 de Palma de Mallorca repasa las prácticas corruptas atribuidas a Matas, para acabar recordando las justificaciones que intentó utilizar el ex ministro de Medio Ambiente del PP en el juzgado.
El auto afirma que "Matas ha venido a reírse de los simples mortales"
Unas justificaciones calificadas por el magistrado de "absurdas", "kafkianas", "peregrinas", "disparates" e, incluso, "una burla a este Juzgado y a los ciudadanos", dice el auto en referencia a la explicación ofrecida por la defensa, a través de Bartolomé Reus, sobre el piso de Don Ramón de la Cruz en Madrid, que el auto atribuye sin duda a la familia Matas-Areal.
El juez también destaca cómo Matas, pese a haber declarado ante él durante 16 horas, ante muchas cuestiones se limitó a contestar que "nada tenía que decir, sin duda haciendo uso de un derecho que agotó, o contestando con la referencia de que su cargo no le permitía entrar en menudencias". Nimiedades "de las que responsabilizaba a los mandos inferiores aunque sin atreverse a pronunciar nombres, sin duda por temor a la reacción de estos, y empleando con mucha frecuencia la expresión, rayana en la divinidad, de hágase para aludir a la manifestación de su voluntad política", asegura la resolución.
Explica que en 2004, Matas, entonces presidente del Govern de les Illes Balears, encargó al director general de Deportes, José Luis Ballester, obtener de la Unión Ciclista Internacional la adjudicación del Campeonato del Mundo de ciclismo de marzo de 2007.
El ex ministro ideó una estrategia para satisfacer intereses propios y ajenos
"A costa de lo que fuera"Para ello se construirá "a costa de lo que fuera" un velódromo: el Palma Arena. Es Matas, según el juez, con la colaboración de Ballester, quien "diseña una estrategia" que, para "satisfacer sus intereses personales, los de sus inmediatos colaboradores y de otras personas allegadas, estriba en situarse al margen de cualquier mecanismo de control y para ello nada mejor que encargar su construcción a un organismo gestor", un consorcio. Mientras, se encarga la Fundació per al Suport i la Promoció de lEsport Balear, Illesport, que preside Matas y en la que, con "fines no confesados pero entre los que se incluye el beneficio propio sin descartar el ajeno, deposita" todos los poderes relacionados con el velódromo. Según sus falsas actas, la fundación se reunió 22 veces, pero nadie estuvo presente. Los acuerdos los adoptó Ballester y su mano derecha, Jorge Moisés, "con el beneplácito de las más altas instancias".
El presupuesto del velódromo se duplicó, lo que se aprueba en esas reuniones "fantasmagóricas". Igual que la elección del arquitecto Schürmann, que se hizo "a dedo", como la designación de sus sucesores, los hermanos García-Ruiz Guasp, que ya habían trabajado para la comunidad y "particularmente" para el PP. Matas los llamópersonalmente.
Licitaciones absurdasPara las adjudicaciones, se habla con una empresa y se le dice que invite a otras, con las que comparte logo o localidad. Después se hacen dobles facturaciones, "absurda división de las licitaciones" para "burlar" la ley, operaciones, en definitiva, "que denotan un derroche en el manejo de fondos públicos".
Y para la publicidad se recurre a otra vieja conocida, Nimbus Publicidad, que se encargó de la campaña del PP en las anteriores elecciones. Nimbus quería patrocinar el Institut Balear del Turisme, lo que pidió un viernes por 350.000 euros. El juez se remite a "la eficacia de nuestra Administración pública", porque se le concedió el lunes siguiente.
Matas, que según el juez debe agradecer que no se pidiera más pena para él, tiene hasta el 7 de abril para pagar la fianza si quiere evitar la cárcel. Su cuñado y ex gerente del PP balear, Fernando Juan Areal, salió mejor, por un delito electoral y dos de blanqueo. Se le han impuesto comparecencias quincenales y prohibición de salir del país.
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