Este artículo se publicó hace 16 años.
El juez imputa al ex presidente del Xerez como testaferro de Roca
El magistrado constata que el cerebro de la trama Malaya fue dueño del 50% del equipo de fútbol
La trama de negocios oscuros de Juan Antonio Roca también tuvo su ramificación en el mundo del fútbol. El cerebro del saqueo urbanístico del Ayuntamiento de Marbella fue propietario del 50% del Xerez Deportivo mediante dos sociedades instrumentales durante las temporadas 2002/2003 y 2003/2004. El juez de Marbella Óscar Pérez que instruye el caso Malaya ha imputado a varias personas, entre ellas al ex presidente del club José María Gil Silgado, por actuar de testaferros de Roca en la compra del club. Los imputados habrían adquirido la mitad del club gaditano y sus derechos de explotación, utilizando para ello las sociedades Oven Five SL y Jovibel 2000 SL.
Durante la etapa en la que Roca fue propietario del equipo, el club pasó por graves problemas. Precisamente al término de la última temporada el club estuvo apunto de desaparecer por la las deudas y la controvertida gestión de Gil Silgado, cuyo enfrentamiento con los jugadores llevó a éstos a una protesta pública poco habitual en el fútbol: acudían a los partidos vistiendo camisetas en las que se leía la leyenda “Silgado paga ya”.
Las vinculaciones de Roca con el Xerez y Gil Silgado eran conocidas desde hace tiempo. Numerosas informaciones periodísticas apuntaban a lo que ahora el juez parece tener amarrado. La revista Tiempo ya había publicado en 2006 cómo un informe policial evidenciaba que Roca tuvo el control del Xerez C.D.
Gestión polémica
La temporada previa de la llegada de Roca al Xerez, el equipo estuvo a punto de lograr el ascenso a Primera División. El entrenador era Bernd Schuster, actual técnico del Real Madrid. El equipo perdió su oportunidad en un partido contra el Recreativo de Huelva. Ya con Gil Silgado y Roca en el club, el alemán mantuvo al equipo en los primeros puestos de la tabla de Segunda División pero se desinfló en la segunda vuelta. El presidente decidió destituir a Schuster.
La etapa de Gil Silgado en el Xerez Deportivo fue una guerra continua con el alcalde de la ciudad Pedro Pacheco. La Audiencia Provincial condenó al presidente a pagar 12.000 euros al regidor por un delito de injurias. Los problemas y desencuentros con el Ayuntamiento llevaron a que el Xerez jugara sus partidos de casa en Sanlúcar de Barrameda. También hubo problemas con los pagos a los profesionales.
Las irregularidades estaban a la orden del día, el club contrató en el mercado de invierno al futbolista chino Shang Yi y se descubrió que no sólo no cobraba sino que había pagado 6.000 euros por jugar.
Después de cuatro meses sin sueldo, los jugadores xerecistas decidieron dejar de entrenar. Parte de la plantilla decidió posar en la revista Interviu para denunciar la situación.
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