'Estamos tan contentos que no sabemos ni qué decir', acertó ayer a explicar Ramon Olivart, propietario de la administración de loterías número 13 de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), recurriendo al tópico de haberse quedado sin palabras ante el reparto del segundo premio del sorteo de El Niño. A pesar de no haberse quedado ningún décimo, Olivart no podía contener su alegría por haber vendido diez series del número 92.225, que recibió el segundo premio.

Los cien billetes que repartirán 100.000 euros cada uno a los compradores se vendieron todos en ventanilla, por lo que el propietario supuso que los beneficiados serán familias trabajadoras de la zona.

Una de las premiadas, Paqui Martínez, se acercó a la administración para celebrarlo. La mujer aclaró que compraron el décimo entre un grupo de amigas que se repartirán el premio y se mostró 'contenta' y 'nerviosa'. Y para explicar que no aún no sabe que hará con tanto dinero, utilizó el manido: 'Hay tantos agujeros que tapar'. Su hijo, que la acompañó al local, tenía las cosas más claras: 'Un iPhone no me iría mal'.

La administración número 5 de L'Hospitalet también vendió décimos del mismo premio entre varios municipios catalanes.

Otro de los muchos municipios premiados fue Lorca (Murcia). La administración número 3 vendió 30 décimos premiados. Su responsable, Luis Chichoné señaló: 'Espero que hayan ido a parar a gente a la que haga falta después de la desgracia que tuvimos en mayo', en referencia a los dos terremotos que devastaron la ciudad el 11 de ese mes. El lotero mostró su confianza 'en que el dinero sirva para paliar la mala situación por que atraviesan muchas familias'.

En Guadalajara, la administración número 1, después de repartir el quinto premio en el sorteo de la Lotería de Navidad, también repartió ayer el segundo de El Niño. La lotera Maravillas Moya explicó que vendió muchos a través del terminal electrónico.