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Llamazares cede y readmite a tres cargos expulsados

Vuelven a la dirección federal Felipe Alcaraz, Willy Meyer y Manuel Monereo // La Ejecutiva crea por consenso el órgano que pilotará la transición interna, que tendrá amplias competencias

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Izquierda Unida ha comprado un cuaderno nuevo. No está totalmente en blanco, ni lo podrá estar. Pero manda a un segundo plano –en principio– la viciada dinámica de trabajo de la organización anterior al 9-M. El batacazo electoral ha zumbado a una IU obligada ya a sostener un precarísimo aliento de unidad.

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La primera página de ese cuaderno la escribió ayer la Presidencia Ejecutiva Federal (PEF) de IU, el órgano de dirección de más de 70 personas que aglutina las distintas sensibilidades de la federación.
Como primer avance, deshizo lo que hizo en su reunión del 18 de diciembre. Entonces, Gaspar Llamazares buscó un refuerzo interno tras ganar las primarias. Probó su autoridad. Expulsó de la Comisión Permanente –el núcleo de gestión de IU– a tres críticos del PCE, Felipe Alcaraz (responsable de Relaciones Políticas), Willy Meyer (Relaciones Internacionales) y Manuel Monereo (Adjunto a Programas).

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Aquél era un momento delicado, inmersa como estaba IU en la disputa con Valencia. El reajuste encendió la rivalidad de gasparistas y antigasparistas. Pasado el 9-M, el PCE pidió el reingreso de sus tres desterrados. Llamazares aceptó. Y los devolvió ayer a sus puestos. “Lo ha ido asumiendo a la vez que aceptaba el rol que juegan todos los sectores ahora”, resume un miembro del federal. “Ha cambiado incluso de consejeros. Escucha a más gente. Él mismo lo dijo en la reunión que tuvimos el viernes la mayoría que le apoya: Somos políticos y hemos de actuar como políticos”. Otro manifiesto gasparista aporta una razón más simple: el PCE los iba a repescar “como y donde fuera”.

Divergencias en la lectura

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La versión oficial, explicada ayer por el secretario de Organización, Manuel Cámara, subraya que el retorno de los críticos es un “gesto para el clima de recomposición y unidad” que se espera que sea “bien gestionado por los protagonistas”.

Pues ellos aparecieron ayer. Hablaron a la prensa, sin mezclarse con la dirección, después de que la PEF creara una comisión unitaria y plural de 18 miembros encargada de pilotar el camino hacia la IX Asamblea. El órgano nace avalado por un acuerdo insólito en IU: 43 votos a favor, dos en contra y cinco abstenciones.

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Ese segundo avance hacia la refundación de IU arrojó, en efecto, algunas sombras. Porque lo primero que recalcó Alcaraz fue que la comisión actuaría de “gestora”, con un “valor político de gran magnitud”, y que los críticos no aceptarán un “llamazarismo sin Llamazares”. Es decir, el PCE entiende que los órganos de dirección han muerto, que el poder del coordinador ha menguado y que los comunistas se anotan una victoria.

El federal no lo ve así. Cámara sí reconoció que la comisión “suplirá en parte el trabajo de la dirección”. Pero Llamazares insistió en que son tres las competencias del nuevo órgano: finanzas, administración y censos; comunicación externa e interna y preparación de la asamblea. Poderes amplísimos, sin que desaparezcan los estamentos de dirección, con los que la comisión trabajará “de común acuerdo”. El coordinador resaltó que el nuevo órgano tomará decisiones por consenso, no por mayoría.

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Culebreó una lectura interna: se castiga esta vez a dos dirigentes cercanísimos aLlamazares, Rubén Fernández, el custodio de las finanzas, y José Francisco Mendi, responsable de Imagen Electoral. Ambos lo desmienten: “La comisión no sustituye a la dirección”. Pervive la doble lectura. La unidad es todavía muy frágil.

 

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1. 18 miembros + Gaspar //  La PEF confirmó la composición de la comisión, en su 90% adelantada ayer por Público: 4 miembros del federal (Antonio Cortés, Javier Alcázar, Manuel Cámara y Montse Muñoz); 3 del PCE (Marga Sanz, Miguel Ángel Gómez y Fernando Sánchez); uno del Colectivo de Unidad de Trabajadores (Manuel Rodríguez) y 10 de las federaciones (Andalucía, Madrid, Asturias, Valencia, Catalunya, Euskadi, Castilla-La Mancha, Navarra, Aragón y Murcia). Llamazares no formará parte de la comisión, pero acudirá cuando crea conveniente o le llamen. La presidirá Joan Josep Nuet.

2. El mando de los ‘barones’ // Acaba por ahora el juego de mayorías: el poder descansa en las federaciones y no todas están alineadas. Además, el voto de la CUT fluctúa. Pero la comisión decidirá por unanimidad o amplio respaldo.

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