La lujosa vida del proxeneta de oro

Cuando la Policía entró el lunes en el lujoso chalet de la calle Siguero, en Madrid, K. S. A., de 63 años, aún estaba en la cama. Este saudí nacionalizado español en 1999 estaba leyendo la prensa económica y algunos de los diarios en los que, día tras día, anunciaba los burdeles de lujo que le habían permitido amasar un "importante patrimonio", según resaltaron ayer fuentes policiales. El registro le pilló tan desprevenido que los investigadores se han podido incautar de numerosa documentación sobre el pequeño imperio que había construido.

K. S. A. es propietario de numerosos inmuebles tanto en la capital como en la Costa del Sol (Málaga), entre ellos los 13 chalets en los que había montado los prostíbulos. En su domicilio, situado en la exclusiva zona de Puerta de Hierro, la Policía también intervino varios vehículos de alta gama, entre ellos dos Porsche y un Jaguar.

Agentes que participaron en el registro destacaban que el presunto proxeneta disfrutaba de todo tipo de lujos en su vivienda, desde una amplia piscina hasta un gimnasio. Además, contaba con enormes armarios repletos de trajes y ropa de las primeras marcas, incluida una "auténtica colección" de corbatas de seda y zapatos.

En el momento del registro, se encontraba en el chalet una mujer española, a la que la Policía considera la mano derecha del presunto proxeneta, así como varias personas de servicio. Éstas le esperaban con el desayuno listo para cuando se levantase tras leer la prensa.