Este artículo se publicó hace 16 años.
El PSOE aprueba revisar el aborto fijándose en las leyes de plazos
Apuesta por la «desaparición progresiva de símbolos religiosos en lugares públicos»
Todo apuntaba a ello. Ayer se confirmó. El PSOE que saldrá del 37 Congreso será un partido más a la izquierda de lo que entró. Aborto, eutanasia, laicismo... las agrupaciones han llevado al debate temas que el partido, menos dado al riesgo que sus bases, había aplazado.
Paradójicamente, la avalancha de enmiendas ha provocado el consenso. Buena parte de las propuestas se recogen en textos transaccionales. También desde el PSOE se ha permitido avanzar en materias como la educación, la política lingüística o el voto de los emigrantes. El resultado, consenso unánime en casi todas las ponencias.
Hasta el Gobierno ha asumido los cambios. Ayer, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega recalcó la “conveniencia de revisar la legislación de la interrupción voluntaria del embarazo, para recoger las experiencias más innovadores de las leyes de plazos”. Sus palabras recogían casi literalmente lo que sería la redacción final propuesta por la comisión. La principal ponente, Carmela Silva, aclaró que la resolución no supone “un mandato al Gobierno”, pero este está dispuesto a recoger la recomendación. En todo caso, será una comisión parlamentaria la que estudie una modificación de la legislación 23 años después ser promulgada.
La resolución supone una victoria para los sectores más feministas del PSOE. Cuando, en precampaña, se decidió excluir el aborto del programa electoral fueron muchas las dirigentes que aseguraron que recuperarían la cuestión. Lo han hecho.
Laicidad “progresiva”
También el debate sobre laicismo ha sido lanzado por las enmiendas. La redacción final recoge de éstas la intención de avanzar en la concepción laica del Estado en sintonía con “el mandato constitucional que así lo exige”. Los cambios serán, eso sí, “de acuerdo al sentir general de la ciudadanía”, algo que en la práctica puede dejar sin valor la resolución. La ponencia rechaza utilizar para ello “el imperativo legal” y propone “dirigir y acompañar esta evolución de la sociedad española”. Esa misma ambigüedad aparece en uno de los puntos más polémicos. Se aboga por “abordar también la desaparición progresiva de símbolos y liturgias religiosas en los espacios públicos y en los actos oficiales del Estado”. Algunos delegados solicitaron que se eliminara la palabra “progresiva”. Alegaban que restaba significado a la ponencia. La comisión se negó. Igualmente, se eliminó la referencia a la eliminación de los funerales de Estado. Ramón Jauregui explicó en rueda de prensa que no existe una liturgia civil alternativa por lo que no se privará a las familias de este tipo de actos.
La resolución tampoco recogerá una revisión de los acuerdos entre la Santa Sede. La propuesta, de Izquierda Socialista, fue rechazada.
Educación para la ciudadanía
Vinculado al desarrollo de los valores constitucionales, el PSOE apuesta también por la defensa de Educación para la Ciudadanía. Desde el partido se hará frente a los intentos de esquivar su aplicación en las comunidades conservadoras. El empeño tiene mucho que ver con la idea que ha llenado el 37 Congreso: el PSOE del siglo XXI quiere formar y nutrirse de ciudadanos.
El PSOE huirá a partir de ahora de la guerra por reducir impuestos. Del Congreso sale una ponencia que reconoce la política fiscal como uno de los pilares del Estado del Bienestar. Sin ingresos, no puede haber políticas sociales.
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