María golpea a Mariano en el culo del PP vasco

Primero un apunte sobre las asombrosas formas de la política dimisionaria: María-Somos-Todos dio una larga rueda de prensa sobre la crisis que ha montado en el PP vasco ocho horas después de que ETA volase el cuartel de Legutiano (al asesinato le dedicó un minuto) y la misma María-Somos-Todos ha decidido dejar tirado a su partido el día que la Guardia Civil descabeza a la organización terrorista. Si en vez de María-Somos-Todos, actúa así un político socialista o nacionalista, la ultraderecha lo crucifica. Lo masacra.

Vayamos al apuñalamiento político del pobre Mariano. La milonga organizada por María-Somos-Todos es de telenovela barata: la señora pierde la confianza en el galán, pero nada desearía más que recuperarla; la pareja tiene un primer reencuentro, pero las brasas del amor no se reavivan; la frialdad de una nueva cita hace que la señora rompa desconsolada. Todo ello en semana y media. ¡Y luego critican el divorcio-exprés!

La verdad es mucho más sencilla. El señor X del PP quiere cargarse al pobre Mariano y maneja dos escenarios: el plan A es rematarlo antes del Congreso de Valencia; el plan B es apuntillarlo a base de derrotas electorales en Galicia y País Vasco. Y resulta que en ambos casos, María-Somos-Todos es la pieza clave. Con su decisión de romper el PP vasco, acaba de regarlarle tres o cuatro escaños al PSE. Es decir, se los ha quitado al pobre Mariano.