Este artículo se publicó hace 12 años.
Marlaska sustituye a Bermúdez en la Audiencia
El CGPJ elige por 11 votos contra nueve al nuevo presidente de la Sala de lo Penal
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) hizo ayer los deberes que se le resistían desde hace más de tres años. Cubrió la vacante pendiente en el Tribunal Supremo con el nombramiento del candidato conservador, el fiscal Antonio del Moral, como magistrado de la Sala Segunda, encargada de investigar y juzgar a aforados. Pero la decisión quedó eclipsada porque también designó a Fernando Grande-Marlaska en sustitución de Javier Gómez Bermúdez como presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
A diferencia de lo que sucede para cubrir las plazas de magistrados del Supremo, que necesitan 13 votos, las de la Audiencia sólo requieren 11. Por eso, Del Moral necesitó ayer cuatro votaciones para ser elegido, al no alcanzarse el quórum requerido, como ha venido ocurriendo periódicamente en estos años. Sólo se obtuvo cuando un número de vocales suficiente cambió su voto. El catedrático de Derecho Penal Gonzalo Quintero obtuvo siete apoyos.
Marlaska apuesta por formar "un equipo" y clarificar las competencias
Marlaska, en cambio, sólo necesitó dos votaciones. En la primera, los votos se repartieron con un tercero, el único candidato afiliado a Jueces para la Democracia que concurría a la presidencia de la Sala de lo Penal de la Audiencia, Javier Martínez Lázaro. En la segunda, Marlaska obtuvo 11 y el magistrado que aspiraba a renovar el cargo, Javier Gómez Bermúdez, nueve. Hubo un voto en blanco que se atribuye al vocal Miguel Carmona.
Fuentes presentes en el pleno señalaron que el flamante presidente obtuvo los votos de los nueve vocales designados a propuesta del PP más los de Félix Azón y Margarita Robles, considerados progresistas. A Gómez Bermúdez le apoyaron los vocales elegidos a propuesta del PSOE y el presidente del órgano de gobierno de los jueces, Carlos Dívar, que suele ser partidario de la opción continuista.
Al puesto también con-currían el magistrado de la Audiencia de Madrid Juan Pablo González y los de la Audiencia Nacional Teresa Palacios, Alfonso Guevara y Ángel Hurtado, aunque este último acabó siendo el único al que no propusieron vocales para completar la terna que la Comisión de Calificación había formado con Grande-Marlaska, Gómez Bermúdez y Palacios.
El presidente saliente dice creer en "tiempos" y no en "conspiraciones"
Siete años en la AudienciaFernando Grande-Marlaska, que llegó a la Audiencia Nacional en 2004, como sustituto de Guillermo Ruiz Polanco y después de Baltasar Garzón, mientras este estaba en Nueva York, no está afiliado a ninguna asociación. De hecho, intentó ser nombrado vocal del Consejo como independiente y consiguió reunir un número significativo de avales, pero aun así, no fue aupado a la plaza.
A pesar del talante conservador que se le atribuye sobre todo en el País Vasco, después de que procesara a Arnaldo Otegi por integración en organización terrorista, Grande-Marlaska es una persona con muchos matices. Nunca ha ocultado su homosexualidad. Se casó en 2005 y participó en una campaña a favor del uso del preservativo con Boris Izaguirre. También demostró mucha más cintura que Baltasar Garzón cuando autorizó al grupo musical Grande-Marlaska a utilizar su nombre.
El CGPJ cubre con un conservador la vacante del TS
Sus primeras palabras, a las puertas de la Audiencia Nacional, simbolizaron el cambio que representa al frente de la Sala que tiene la última palabra en la política penitenciaria de los presos por terrorismo. Destacó su "ilusión" por "formar un verdadero equipo" y "ser uno más" en él, "asumiendo" la responsabilidad que el Consejo le ha concedido y trabajando para que "todo el mundo se sienta amparado".
En su programa para aspirar a la plaza, recordó ayer, figuraba la necesidad de "clarificar la competencia de la Audiencia Nacional en materia de delincuencia organizada de todo tipo", un tribunal al que calificó de "buque insignia de la lucha eficaz contra la criminalidad organizada". Fue su respuesta a si, desde su nueva responsabilidad, considera que el caso Nóos, en el que está imputado Iñaki Urdangarin, debería ser competencia de la Audiencia Nacional.
El presidente saliente, Gómez Bermúdez, también salió a las puertas de la Audiencia Nacional para atender a los medios. Quien presidió el juicio del 11-M señaló que "Fernando puede dar un impulso diferente" a la Sala y auguró que hará "una magnífica labor como presidente".
"Yo no creo ni en conspiraciones de ningún tipo ni en venganzas. Yo creo en tiempos y los tiempos tienen cada uno su devenir", respondió Gómez Bermúdez al ser preguntado por los motivos de su sustitución al frente de esta Sala, que "todos los días se da por muerta y cada día está más viva y es más que imprescindible para una recta administración de Justicia". Respecto a si permanecerá en la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, señaló que tiene que pensar qué opción elegir.
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