Este artículo se publicó hace 13 años.
"Me siento incómodo con los excesos contra la Justicia, respeto a la Fiscalía"
Alcalde electo de Sevilla. El candidato del PP ha logrado una histórica mayoría absoluta en Sevilla
Juan Ignacio Zoido (PP), exmagistrado de 54 años, acaba de ser elegido alcalde de Sevilla con una histórica mayoría absoluta. "Ha sido un respaldo tan mayoritario que no podemos defraudar", dice. Recibe a Público en su despacho del grupo popular, a la espera de tomar posesión. Sobre los hombros, dos profundas cicatrices. Se quedó huérfano de padre a los doce años y se abrió camino gracias a las becas. En 2003 perdió un hijo, José María, de 17 años, en un accidente de tráfico. La familia donó sus órganos. "Después de eso, para Juan Ignacio ya no hay problemas", dicen sus colaboradores.
¿Qué es ahora lo más urgente para Sevilla?
"Le propondré a Felipe González la medalla de oro de la ciudad, voy a gobernar para todos"
Hay que ser austero. Reduciremos las delegaciones, de 21 a siete, y también los cargos de libre designación. Vamos también a derogar las normas que restringen la información. Queremos absoluta transparencia en la gestión. Debemos ganar calidad democrática. Y los servicios públicos deben funcionar perfectamente. Llevamos muchos años sin aprobar los presupuestos en plazo.
Su campaña ha estado basada en el empleo. ¿Cómo se crea empleo desde un Ayuntamiento?
A través de la iniciativa privada. Es necesario generar un clima que transmita confianza y seguridad jurídica para que las inversiones acudan a Sevilla. Las políticas serán transversales. Por ejemplo, la delegación de Urbanismo estará para favorecer, dentro de la legalidad, la implantación de nuevas empresas. Hay que mejorar los polígonos industriales. Para eso hay fondos europeos. Eliminaremos trabas burocráticas. Ahora vamos a contener los impuestos y, el próximo año, los bajaremos.
"Quitar la calle a Pilar Bardem no es prioritario, es un tema que se ha sacado de madre"
Ha anunciado una auditoría. ¿No conoce el estado de las cuentas?
La situación va a ser mala, pero no me voy a escudar en eso. Hay medidas que no cuestan dinero. Tenemos que saber qué se debe de verdad para pagar a proveedores. Si tenemos que refinanciar, nos quedan proyectos viables y, si ganamos confianza y la economía se mueve y cumplimos el proyecto, el presupuesto y el plazo, las obras salen más baratas. Esto nos permitirá hacer muchas cosas.
Usted se ha ganado la confianza tras cuatro años en la calle. ¿Cómo va a compaginar eso ahora con el trabajo de despacho?
"Quiero luchar por mi honradez; no me veré a solas con nadie, habrá siempre alguien más"
La política es consolidar y consagrar las relaciones humanas. Voy a guardar el equilibrio entre despacho y calle. Voy a controlar mucho, quiero un equipo que se obsesione por controlar proyecto, presupuesto y plazo, que las obras no se eternicen. Y también estaré en la calle. No entiendo la política sin el contacto con las personas, que son quienes de verdad explican qué pasa. Ahí no puedo fallar. Podré encontrar más dinero, pero no perder ni un minuto en resolver problemas. No podemos defraudar a la gente que me ha dicho: Soy del PSOE, pero cambio mi voto, porque esto no puede ser'. A esta gente la tengo todo el día en la cabeza.
¿Retirará la calle a Pilar Bardem?
Eso no es una prioridad. No tengo ni siquiera un nombre para la calle. Pilar Bardem dijo que nació aquí por accidente. Es un tema anecdótico, que se ha sacado de madre. Yo voy a gobernar para todos.
¿Sevilla homenajeará a Felipe González?
Sí, le propondré la medalla de oro de la ciudad. Es una persona ilustre, sevillano, de Bellavista, que ha sido presidente del Gobierno más de una década. El año que viene debería tener la medalla, porque ya han pasado las autonómicas y las generales. Cuando nos opusimos fue porque se planteó en tiempo de elecciones.
El otro día tuvo una charla con un integrante del Movimiento 15-M. ¿Escuchó cosas interesantes?
Ahí existe un poso de descontento, de desconfianza. Pertenezco a la generación que se movilizó en el tránsito a la democracia y creo que debemos transmitir esos valores. Estaba en la facultad de Derecho y tuve de profesor a don Manuel Clavero, a quien admiro. Lo obligaron a hacer una cosa en contra de su conciencia, como el tema del referéndum [UCD se opuso en 1980 a desarrollar la autonomía de Andalucía] y Clavero dimitió [como ministro de Cultura] y volvió a su cátedra. Ese político que renunció a un cargo en defensa de lo que creía, me dejó marcado. Hay que abrir el Ayuntamiento y para ello debemos utilizar las redes sociales.
¿Cómo quiere hacer eso?
Lo que se llama open government. Para eso es fundamental escuchar esos movimientos que son una llamada de atención, gente que quiere recuperar la ilusión. ¿Cuántas veces mi hijo me ha dicho en el desayuno?: Papá, ¿por qué no dejas la política?' Porque creo en ella, tengo una oportunidad de servir. Debemos dignificarla. Esta es mi obsesión.
¿Cuánto le ha ayudado la corrupción del caso Mercasevilla' para conquistar la alcaldía?
A mí me avergüenza. El Ayuntamiento no tomó las medidas para solucionarlo. Prefirió el silencio. Al señor Mellet [acusado de pedir 450.000 euros en comisiones ilegales], que fue grabado extorsionando, se le permitió que alegara causas personales para su dimisión, y el señor Antonio Rodrigo Torrijos [concejal de IU] y el señor Alfonso Mir [edil del PSOE], conociendo la grabación, le felicitaron. Ha influido, pero me da pena. En Mercasevilla trabaja gente honesta.
Si le sale un caso así, ¿lo llevaría de inmediato a la justicia?
Sí. Sin duda.
Usted es magistrado. Cuando escucha a su partido mantener un discurso duro contra jueces y fiscales, ¿cómo se siente?
No me encuentro cómodo cuando hay un discurso excesivo. Me gusta respetar a la Fiscalía y a la Policía. Uno no debe traspasar los límites de la crítica. Pero hay libertad para discrepar. Yo, a veces, discrepo.
¿Cree que Camps debe dimitir?
Haber sido juez me ha enseñado que, si no he leído el papel, no me debo pronunciar. A veces, instruía yo, veía una cosa y decía: Eso no es lo que es'. Era una interpretación. Conozco a Camps y me cuesta mucho creer que no sea honesto.
Hay grabaciones peliagudas.
Si viera la cantidad de amigos que me han salido y lo que van diciendo... Y a algunos no los conozco. Me preocupa. ¿Cuántos pueden estar hablando? Y se causa un perjuicio irreparable. He sido magistrado, he gestionado el 95% del presupuesto del Ministerio de Justicia y jamás he tenido problemas. Como alcalde no me voy a ver a solas con nadie.
¿Y eso?
Quiero luchar por la honradez. Eso me enseñaron en casa y para eso no hay que tener dinero ni sacar oposiciones. Mi honra no me la quitan. Quien quiera privacidad conmigo, tendrá siempre una persona que dirá si yo he dicho o dejado de decir. ¿Cuánto dura la credibilidad si un tío viene y dice yo he visto o dejado de ver? Eso lo tendrán que hacer los concejales también.
¿Conoce y habla con la jueza Mercedes Alaya?
La conozco. Estaba destinada aquí cuando era juez decano. Nunca ha sido amiga mía. Y tampoco he tenido ningún contacto con ella desde esa época. Es una profesional independiente. Al equipo jurídico del PP le ha dicho que no varias veces.
El PSOE le acusa de tener una agenda oculta. Por ejemplo, con Tablada, un parque sometido a presiones inmobiliarias.
Ya no sé cómo decir que Tablada es verde. Lo llevo en mi programa, lo he votado y lo he afirmado. Debe ser un espacio que legar a las futuras generaciones. Ahí voy a demostrar que no tengo nada oculto. Quiero mirarle a la cara a la gente el resto de mis días.
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