A la hora de morir lo mejor es hacerlo matando. Jesús Merino, el diputado del PP que ayer lunes renunció al escaño de diputado en el Congreso por su presunta relación con la trama Gürtel, lanzó duras acusaciones al PSOE en su despedida ante los medios y apenas se salió del guión que ya había escrito el día anterior Bárcenas: dijo que era inocente y que renunciaba 'por el bien del PP y del presidente nacional de mi partido' además de que así podría defender mejor su inocencia.

Merino se fue reivindicando su trabajo 'serio y riguroso' en el Congreso a lo largo de muchos años y acusando al PSOE de tener una doble moral: 'Para los cargos socialistas hay presunción de inocencia, pero para los del PP sólo hay presunción de culpabilidad'.

Merino desveló que ya presentó su disposición a dimitir el año pasado, en junio, pero entonces 'el partido consideró que no era el momento oportuno'. El diputado por Segovia dijo que aunque la decisión era personal, 'ha estado coordinada con el partido'. 

Merino reiteró su inocencia y para ello se basó en el sumario: 'Ahí no aparezco en ninguna lista de regalos, ningún imputado me menciona en las grabaciones, el contable de las empresas de la trama dice que no me conoce y hasta el propio Correa niega haber pagado nada a Jesús Merino'.

Merino achaca su situación a otras causas: a 'las falsas acusaciones de algunos medios', a la presión del PSOE, que 'no ha respetado la presunción de inocencia', y a su estrategia de 'judicialización de la vida política'.

Merino sacó a relucir algunos casos de corrupción de los socialistas para acusar a estos de 'doble rasero', algo que también hizo el presidente del PP de Segovia, Francisco Vázquez, quien a modo de telonero habló antes de Merino para recitar, como si de una letanía se tratara, los presuntos casos de corrupción que afectan al PSOE en ayuntamientos como Torre del Campo (Jaén) o Carboneras.